— No siento que sea así, soy muy serio y sabes que solo pocas personas pueden estar a mi alrededor.— Cerró los ojos un momento mientras que afirmaría con la cabeza.

— Pero dices cosas así. Claro que tienes encanto. — lo agarro del mentón para que le vea fruncirle el ceño como una especie de regaño.
— Además si eres capaz de encantar a una serpiente. Lo puedes hacer con las masas. —

— Nee, tengo más de 6 años trabajando con la agencia de modelaje...— Dijo mientras que le acaricia la cabeza. —Sé que soy atractivo visualmente, pero no tengo encanto.

— ¿agencia? — no pudo evitarlo, claro que sintió curiosidad. — Bien, te diste cuenta que eres guapo. Es un avance. —

— Ah, los que traigo ahorita son lentillas de color negro, para una campaña de la agencia.

— Me acostumbré a tus ojos rojos.

—¿Hm?

— Hmmm.... —