—No es necesario que te preocupes.—

Solo dijo mientras que termina de acariciar su cabeza, para después ir a caminar con un cigarro en los labios.

Bajo las orejas en cuanto sintió el toque, pero no por esto dejó de verlo con esa preocupación, aún que ahora se le agregaba cierto fastidio por recordarle indirectamente que el era el mayor.

—Habló en serio. Tu no iras a prisión por una cosa así... Si alguien investiga, di que fui yo. Será creíble y no te pasara nada.

Entrecierra la mirada, solo termina por levantarse y al ser más alto que ella solo acaricia su cabeza con una mano y le despeina. —Ya pasó.

—... No deberías imitarme, podrías ir a prisión por eso.— Irónico que ella diera un regaño como ese siendo casi una celebridad en las prisiones. En un acto extraño, se le vio con una mirada casi maternal, preocupada por el contrario. —¿Que ocurrió?

—Me limpio la sangre, mordí a la otra persona.— Dijo terminando de limpiarse los labios y después se encogió en hombros.

—¿Te dieron en la quijada o estás pensando que golpeaste demasiado al otro?— Arqueo una ceja al ver el aspecto lleno de sangre que tenía. No iba a decirlo pero le preocupaba en el fondo que lo hubieran lastimado.