Su pregunta le haría confirmar dos cosas: 1) Sabía a quien buscaba y sabría sacar la información de una buena manera posible -si es que obedecía- o 2) Él era el sospechoso, aún así saco de su chaqueta una foto del individuo con una pequeña nota de su jefe como sus datos, edad, y procedencia y por supuesto en que debía tener cuidado. Rodo sus ojos hacía aquella fotografía y luego hacía el rubio, teniendo una leve sonrisa de su victoria por localizarlo.

Volvió a guardar el pequeño documento para así mostrar su placa -ante todo lo hacia con una mano al sostener con la otra la sombrilla- — Allan Adams si no me equivoco, mi nombre es Erika...trabajo para la agencia los hombres de negro, estamos buscándole para una misión. Si nos permite un poco de su tiempo podemos negociar los beneficios como por ejemplo salir saldar sus deudas o que no este en busca y captura por otros maleantes.— Diría a medida que daba pequeños pasos en su dirección mientras era precavida en que no hubiese alguien{..