Había pasado tiempo desde su último gran trabajo, lo suficiente para meditar sobre qué era lo que había salido mal, la respuesta era clara, nada, como siempre había entrado en lo profundo de algún lugar y había robado algo, ¿que algo?, la realidad es que no lo recordaba, la mayoría de los botines que obtenía de su actividad duraban poco en sus manos, salvo aquellos que en realidad habían presentado algún reto, y también había pasado mucho más tiempo desde que alguno de ellos lo había sido, permanecía inmóvil observando a un viejo edificio sintiendo la lluvia caer sobre sí.

Un sonido rompió su tranquilidad, era su nombre y la primera de las reacciones que este tendría sería el rodar los ojos sintiéndose descubierto, — ¿Quién pregunta?— , no iba a confirmar su identidad tan pronto, le gustaba llamar la atención pero uno no sobrevive en ese negocio siendo descuidado de manera natural, sus descuidos eran intencionales, una forma de hacerse fama porque si había algo que le gustaba era (.