— Estuviste comiendo dulces cuando venimos de la feria.

Le acercó el dedo con algodón a la boca de la chica y pueda saborearlo.

¿De veritas? -Al parecer el sueño había sido mucho más real de lo que pensaba.-

— Aún tienes un poco en tu mejilla.

Comentaba sonriente, pasando el dedo por la mejilla de la chica y retirarle el algodón.

Nnhg! -Se estiró para quitar toda la pereza de su cuerpo.- Sip! Tuve un sueño donde comía mucho algodón de azúcar.

Dormiste bien? -Le dijo mientras iba para el baño.-

Buenos días. -Bostezo frotándose los ojitos.-

Buen día, dormilona