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Ya me comí todo lo rico que sensei tenía. Ñeñeñeñe.
Ahora por las cosas del refri. ( ͡°ᴥ ͡° ʋ)
 
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Rascó su nuca, suspirando con resignación, si bien terminó por reír al mirar a la menor comer con tanto ánimo. Dejó salir un bostezo, hizo lo que pudo por acomodar sus caóticos mechones con sus dedos, y le indicó que le siguiese. Salió del apartamento, tomando las llaves de su automóvil.

—¿Has estado comiendo bien? Siempre te veo con alguna chuchería dulce en el instituto.

Preguntó cuando ambos se vieron dentro del coche; encendió éste tras ayudarle a colocarse el cinturón, comenzando a manejar después.
-Al no tener la dona en la mano se lamió las migajas y dulce que quedó en sus dedos ya que a Alizee no le gustaba desperdiciar nada mientras aún se podía comer. Reía como niña pequeña al ser regañada por las palabras de él, limitándose a asentir mientras tomaba del refri una botella de leche a la que le dio un largo sorbo directamente.-

Lo siento, olvidé el almuerzo en casa y no he comido nada desde el desayuno. ¡Sí que tenía hambre!

-Dejó la botella en su lugar cuando se puso de pie lista para salir a comprar junto con el sensei.-

¡Vamos por más cosas ricas! Sigo con hambre senseeeeeei.
—Huh... —miró a otro lado, a fin de que ella no mirase la vergüenza hacia sí mismo de olvidar sus llaves y tener que pedirle al vigilante del edificio que le prestase su copia. Tomó la dona a medio comer, dándole una mordida.

—... ¿Tanta hambre tenías? ¡No dejaste nada! —exageraba, claro, porque la menor había atacado únicamente las cosas dulces. —Ahora tendrás que acompañarme por más donuts con crema.
¿Quiere un poco sensei?

-Se manera descarada la pelirrosa le extendió la donita con crema que se estaba comiendo aunque tampoco lo había hecho con malas intenciones, tenía hambre y su profesor la había salvado sin su consentimiento.-

Estaba terminando de limpiar el aula cuando en el escritorio estaban las llaves de sensei y vine a dejarlas. La dirección estaba en el salón de maestros.
—... Mis donitas rellenas de crema... —arrugó su labio inferior, pero no iba a llorar, es muy masho. [?]

—¿... Cómo hiciste para entrar, en todo caso?

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