-Aún sosteniendola en brazos, ve a la ángel que se limpia las lágrimas, desmayandose al escuchar sus última palabras. Cargandola en brazos, le mira por unos segundos en silencio. Pensaba en las últimas palabras de la deidad de la ángel, del deseo de ella de amar y ser una mortal, ese ser debía estar mal de la cabeza. El guerrero chino vuela por el cielo, llevando al ser alado a una montaña casi tan alta cómo el Cielo, ya estando en la montaña la recuesta sobre un pequeño charco de agua, mojandole sus alas, sanandole sus heridas, evitando que esta hundiera dentro del agua.-
-Estaba sufriendo, buscaba de limpiarse las lágrimas con la manga, cuando este hablaba ella simplemente trataba de mirarle pero su mirada estaba borrosa-
Solo fue eso... Jamás en mi vida sentí algo así, pero no se que d-decir, estoy... -se desmayo, estaba demasiado lastimada-
-Levanta la vista mirando al Cielo. Esa voz no era la del Emperador de Jade ni la de Buda, ni otra deidad conocida por él. Cada religión tiene su propio panteon de deidades, así cómo su propia cultura humana a las cuales rigen. Aún cargandola en brazos, percibe su dolor y sufrimiento, las hermosas alas de la ángel sagraban, restaurandose... Era muy frágil ese ser o la deidad muy poderosa.- ¿Algo extraño?. ¿que sólo latió tu corazón?. oye, ¿estás bien?.
-De los cielos retumbo una voz profunda que decía "Si vuelves a sentir algo... Me asegurare de que del dolor sea tal que tu corazón no latirá agitadamente por nadie". Ella demasiado adolorida se coloco en posición fetal en los brazos del contrario con los ojos llenos de lágrimas de dolor, algo de sangre se escurría por sus alas mientras poco a poco se restauraban por mandato del Máximo, con la voz quebrada enuncia- Yo no hice nada... Solo sentí algo extraño, solo... latió mi corazón
-Se acerca a la ángel para tomarla en brazos en el aire, viendo sus alas ardiendo en llamas.- ¿Tu Dios te está castigando?. Debes obedecerlo aunque... no quieras... sabes que los inmortales vivimos sujetos a los caprichos de las deidades y seres celestiales... no tenemos ese libre alberdrio de los mortales, ni debemos cumplir karma pero es mejor eso que sufrir el ciclo de sufrimiento de las reencarnaciones.
