-Rodea con sus fuertes brazos, la espalda de la espalda justo debajo de sus alas, recibiendo en su rostro los besos de la joven emplumada.- ¿Tan grande es tu amor por mí, mi hermosa ángel?.

... wukong -entonces encantada se lanzó sobre él para darle besos por todo el rostro

-Deseaba intentarlo, su báculo ságrado se achica al tamaño de un aguja, guardandolo dentro de su oreja.- No lo haré, sé que si salgo lastimado vas a llorar y sufrirás por una insensatez mía.

Te vas a lastimar... No quiero que te lastimes

-Se prepara para acestar un golpe a la barrera, se detiene por la tristeza reflejada en el rostro de la ángel.- ¿No quieres que lo intente, verdad?

No podrás -algo nerviosa de verlo hace una mueca de tristeza- Puedes intentarlo, pero la barrera tiene mucho del poder del padre, de hacerle una grieta se recompondra y tu ataque se te devolvera al 50% aumentado

¿Porque yo no podría pasar?. -Le ve cómo le da un golpe con el pie a la barrera. De su oreja saca una pequeña aguja que crece al tamaño de un gran báculo con puntas de oro.- Si quieres hago un agujero a la barrera, así lo hice para invadir el Cielo y yo podía hacerlo por tener predisposición divina.

No puedes ni yo -da un golpe con el pie a una barrera que separaba la energía angelical de las almas en pena- No puedo pasar

¿Quieres ir a ayudarlos?. Soy un monje, quizás pueda ayudarlos a seguir con su rumbo y desanclarlos del Limbo.

Son esas almas que se pierden en el limbo. Aquellos que sus ataduras a la tierra no son suficientes para hacerlos fantasmas, sus pecados no lo suficientes para ir al infierno ni sus virtudes suficientes para ir al infierno...