AliceBaskerville1532777

-Si tuviera que elegir el mayor placer que existiese en el mundo y sus alrededores el sin duda escogería la lectura, ese placer de aprender a través de las paginas de papel, ideas y aventuras escritas por alguien mas, compartiendo sus ideas y creencias con los demás a través de las palabras que estaban escritas en el libro, su genero favorito era la novela, ya que no se cansaba nunca de la imaginación de los seres humanos quienes escribían aquellas historias dotadas de un toque mágico, ya sea romance, el terror, el suspenso o la aventura, todo aquello era sumamente hermoso para el, esa era una de las razones que tenía de alegrarse la vida que le había sido concedida, ya que podría leer mas y mas ideas y aventuras ocurridas en la mente de muchas personas y el placer de leerlas y disfrutarlas, definitivamente sin importar el tiempo que pasara aquella sensación nunca se apagaría nunca en la vida de aquel ser.

Pronto, un olor pudo sentir en el horizonte distrayendolo de su lectura, era un olor un tanto peculiar pero familiar para el, examinó el aire por un momento, el olor provenía de afuera, aproximadamente a 300 metros de distancia de el, era un olor un tanto peculiar era diferente a los que despedían los demás, ese olor no era de alguien del pueblo podría estar completamente seguro de ello, al parecer aquel chico se encontraba dotado de un olfato sumamente mayor al de los humanos promedio, siguió examinando el olor hasta que al fin pudo identificarlo, sonrió al saber de quien se trataba- Jejeje, al parecer ya venido a verme -Se dijo a si mismo y subió hacia la parte superior de la biblioteca, lugar donde el vivía junto a su peculiar mascota donde mientras aquella señorita seguía buscándolo el extraía de su alacena los ingredientes necesarios para una buena comida, ya que también había olido el olor de los jugos gástricos alborotados, un olor un tanto desagradable para el pero ya se había acostumbrado a aquello, el tiempo pasaba y en cuanto escuchó el timbre de la biblioteca sonar, indicándole que alguien ya había arribado ya sabía de quien se trataba, justo a tiempo ya que la comida se encontraba lista- bajó de la parte superior cuando la chica caminaba y argumentaba con total altanería aquellas ordenes, fingiendo casualidad, el chico sonrió.

Hola, jejeje que bueno que tengas hambre y llegaste justo a tiempo, estaba a punto de servir la comida, espero que te guste, es carne de cerdo con salsa Barbicure, papas horneadas, también por si quieres tengo salchichas de cerdo asadas, junto a un delicioso puré de papa, ahorita bajo el agua de limón para que no te atragantes -Dijo con total alegría para dejar los platos en el escritorio y subir por lo faltante, no se comportó ni indignado o molesto hacia el comportamiento de aquella dama, se notaba feliz de tener compañía junto a el, poco después regresó con una jarra de cristal, llena hasta el tope con una rica agua, la cual sirvió en dos vasos y le extendió el suyo a la chica- No te preocupes de comértelo todo, tengo mas halla arriba.