Con una sonrisa amable y confiada entra a dicho auto para así marchar a su destino, queriendo saber más de Aly - Chan. Viendo que es una chica celosamente protegida ve que es por algo, y desea saber que es ese algo, ya que también ella guarda un secreto muy peligroso.
— Me da curiosidad algo. ¿ Estudias ?
Ladea la cabeza mientras más se acerca a su acompañante para ir rompiendo el hielo; al menos con ella no piensa usar la habilidad que yace en su sangre y alma con aquella chica kawai.
— La ley es la ley, pero entiendo tus palabras. Lo tomaré como algo muy personal.
No esperaba que ella pagase sus verduras, comenzó a reír un poco por eso, tenía alrededor de unas 3 bolsas con esas compras, en la casa tenía carne y demás, solo necesitaba eso. Se apego más a la chica para comenzar a caminar hasta una ruta, saco su teléfono y marco un número, cuando contestaron pego el teléfono a su oreja.
— Samy... ¿Puedes venir a buscarme? Uh... ¿Me estabas siguiendo? Tu no cambias
Si, todo eso lo decía al teléfono, en pocos segundos llegó ante ambas chicas una limusina de color blanco, Aleyn comenzó a reír un poco y un hombre de traje blanco llamativo bajo del auto y abrió la puerta para que ambas entrasen.
— Vamos... Entra
Se dirigía a Kaoru, la tomo con ligereza para guiarla adentro junto a ella.
━━ Espero que sí sea verdad, ya que mi palabra es ley y no es broma.
Al verla escoger verduras, se mete las manos a la bolsa de sus pantalones y pensando seriamente en que no se arrepiente de la decisión tomada. Acercándose para pagar lo que está agarrando y ver más de cerca a Aly - Chan.
━━ Espero no verte triste, ya que hice un juramento y pienso cumplirlo aunque me cueste la vida.
— Deja de mirarme así, no siempre estoy con cara larga. Y bueno, dudo que vayas a verme así nuevamente
Se aferró con bastante fuerza a ella mientras la guiaba hasta un puesto grande de verduras. Comenzaría a elegir zanahorias, papas y cosas de ese estilo. Trataba de surtirse lo mejor posible, cuando llegó a las berenjenas se soltó de la mano de la chica, era un trabajo más complicado, comenzó a inspeccionar minuciosamente toda la verdura.
— Me quedaré hasta que muera o ya no quieras nada conmigo y procuraría tener la mejor de tus sonrisas y que no volvieses a tener esos ojos tristes.
Acariciando la mejilla con la mano que tiene libre, por qué con la otra está sujetando la mano de Aly - Chan, le invita a qué vayan a comprar algo de comer y hagan las compras respectivas no sin decirle que besa muy bien pese a su puchero.
— Lucharé por la oportunidad de verte sonreír y digas que tienes una gran pareja que te adora.
Si, Aly era bajita, ¿Que podría decir? Podría modificarse si así lo quisiese, pero no, no era algo divertido, después de un tiempo le gustaba más ser ella que verse de otro modo. Cuando la mujer se inclina lo sintió como una burla a su estatura, eso sí que le hizo hacer un pequeño puchero. Cuando esta le ofrece un beso mucho más largo, Aleyn tuvo que cerrar los ojos y aferrar sus manos a la blusa de la chica, esto último debido a que usualmente sentía algo muy extraño cuando era besada así, como si fuese a caerse de lo relajada que podía estar Cuando estuvieron los labios alejados un poco, la menor estaba bastante sonrojada, era más que notorio.
— A veces la mortalidad es odiosa, ofrecer compañía hasta el último respiro que puedas dar, no puedo pedir más. Yo correspondere, con sumo placer, compartir mi vida hasta que el sueño eterno me tome
Desconcertada ante aquél beso que no lo esperaba a decir verdad, debido a la diferencia no solo de edades si no de estaturas es obvia, se le hizo un gesto demasiado tierno el verla ponerse de puntitas para alcanzarla. A lo que siente esa liberación en el alma y se Inclina un poco para quedar frente a frente.
— Traviesa, los besos se dan así.
Cerrando los ojos acerca sus labios para besarlos cómo se debe, llegando a sentir esa humedad en la boca.
— La hija de Zalachenko cuando hace un juramento, jamás lo rompe y me quedaría a tu lado hasta el último aliento de mi cuerpo........Aly - Chan.
Si, había comenzado algo que muchas veces para algunos era difícil de detener. Aleyn seguía siendo bastante despistada, pero incluso ella sintió la tensión entre ambos cuerpos cuando la tuvo así de cerca. Ella la miro fijamente, esperando a que le quitase aquello que tenía en sus labios.
— ¿Yo te empiezo a gustar? Entonces somos parte de ese estilo de personas ¿Verdad? —Aleyn no evitó sonreír y pegar su frente con la de la chica— Sufrimos de ese encantamiento instantáneos, suele ir mezclado de una vista física y un intercambio de palabras y experiencias similares las cuales en menos de una hora te pueden ofrecer un enamoramiento parcial
Aleyn conocía de estudios, sí, era una forma torpe de decir que ella también se estaba sintiendo bien con la dama. Se acercó un poco, se colocó de puntillas y le dió un beso de pico pequeño a la joven. No se alejo ni similares, pero el beso fue pequeño, como una travesura, esperando una reacción.
Sin temor y estando feliz por recibir aquel apretón en su mano el corazón le late con más fuerza a lo que se acerca más a ella a lo que con el pretexto qué tiene algo en los labios se acerca a ella lo más cerca posible a modo de acortar la distancia.
— Tienes algo.......deja.....que lo quité.
Responde de manera decidida, por alguna razón se siente atraída por aquella chica que le recuerda a esa persona tan especial.
Aleyn noto que la joven se le acercaba más de lo que cualquier persona normal haría. Eso se le hizo bastante lindo, esperaba que le diese un beso en la frente o quizás hasta en los labios, esto último solía pensarlo porque en parte de su familia consideraban eso un saludo bastante cortés. Cuando noto que adoptaba otro semblante y no se acercaba más ella solo parpadeó.
— El mundo es de colores, como las verduras, jijiji, me gusta mucho el color naranja, como las zanahorias
Sintió el apretón, si que fue agradable en todo su sentir. Le dio otro apretón en respuesta.
