Claro que son la gran cosa sobretodo viviendo de tí. -Sheeva percibe la emoción manifestada en la contraria, mira la felicidad en la joven. Sonrié un poco, no estaba acostumbrada a ser demostrativa con sus sentimientos. Abre el paquete y saca una galleta para llevarlas hasta su boca y probarlas.- Están deliciosas, Aly. La Reina está complacida con tu regalo. ¿Cómo has aprendido a cocinar tan bien?.

— ¡Gracias por aceptarlas Reina! Ahhh no son la gran cosa, espero le gusten mucho —Aly solía emocionarse por cualquier cosa, emocionada miró con sus ojos brillosos a la fuerte guerrera— ¡Pruébalas! ¡Anda!

-¿Para mí?. Que noble gesto de tu parte, Aleyn. -La reina toma el paquete con sus manos inferiores, las palmas de sus manos superiores se unen para inclinarse y hacer una leve reverencia.- Gracias por las galletas. Es honor probar de tu mano, Aleyn.

— ¡Para usted! Quise hacerle galletas

¿Y ese regalo para quién es?.