Viendo de vez en vez que aquella chica realmente es muy bella, además de carismática. Dando leves mordiscos a su chocolate ya que el sabor que tiene es algo especial y desea probarlo de manera lenta.

— Chiiiii

Aleyn comenzó a comer sus chocolates, podría decir que hasta era algo adicta a ese tipo de cosas dulces. De vez en cuando admiraba al varón, le gustaba hacer a las personas sonreír.

— Jamás dije que lo fueras, el oponente más pequeño suele dar la vuelta a un coloso.

Recibiendo con agrado aquellos chocolates, le agradece el gesto, porque en si es muy fanático de las golosinas y de la comida chatarra.

— No soy débil, solo soy muy amable

Ella sonrió dulcemente y busco en su mochila unos chocolates que tenía, le ofreció unos 4 de barra al varón mientras ella se quedaba con otros.

— Una clara ventaja y punto a tu favor.

Responde con total seguridad, pero a la vez se siente intrigado porque hay algo extraño, muy misterioso con dicha chica. -

— Conste, nunca dije fueras débil.

Aleyn si que veía a las personas siempre subestimarla por su "personalidad", pero realmente no sabían lo que era. Solo sonrió varias veces.

— Jeh... Bueno, eso me da ventaja

— Te vez inofensiva, pero es bien sabido, que no hay enemigo pequeño ni débil en combate.

— No fue la última vez que lo hicieron, pero ahora se defenderme

— Es normal, la gente paga suficiente por rescates aunque no todos salen vivos.

— Mi mamá pago demasiado... Pero estoy libre