— ¡Atácame de nuevo Aleyn! Toma la forma en la que estés más cómoda o simplemente, usa tu propio cuerpo. Un héroe no debe limitarse solamente a su Quirk, si no que debe fortalecerse física y mentalmente. ¡Golpeáme! ¡Patea! Quiero verte volverte alguien digna de la Agencia. — Decía aquello, sus brazos cruzados, su mirada fría y fiera al mismo tiempo mientras llevaba ropa de entrenamiento, la cuál consistía en una camisa negra de manga larga y pantalones azules, tenis también. A pesar de ser exigente, no le presionaba tanto como en su momento presionó a Shoto, no volvería a cometer ese error.

-Jamás en su vida se había esforzado tanto, físicamente era un desgarramiento total, sentía palpitar amargamente sus músculos. Se hallaba allí, a gatas mientras el sudor que se escurría por su frente humedecía el suelo arenoso. Determinada a no dejar que el mayor la humillase, que considerase perdido su tiempo se levantó temblorosa- Cállate... C-Continuemos... Sr Endeavor... Sr

— Al enemigo no le importará si estás cansada o no, Aleyn. Debes continuar, continuar hasta ya no poder más, o entrenar tanto y volverte tan fuerte que... serás completamente invencible. — Dijo el enorme varón quien había estado entrenando a la joven mujer de modo directo, dándole las tutorías necesarias. Sus brazos cruzados sobre su amplio pecho mientras le observaba. Era un entrenador duro y firme, pero ella debía entender que en la vida real las cosas no eran un juego, los villanos no tendrían compasión de si estaba cansada o no, debía superar sus límites