– Me ofendería si no quisiera que la lleve de aquí, Alexia – La acompañó hasta la salida de aquel lugar, en el cuál observó una zona apartada. – Con su permiso. – Dijo y la llevó tomándola del brazo caballerosamente con el suyo y así llevarla hasta esta zona, que se encontraba en paz. – ¿Mucho mejor? – Diría para soltar suavemente su brazo.

La verdad, no. Pero ahora que me vino a molestar por qué no vamos a otro lugar a conversar?
Así tengo una buena escusa para desaparecer de aquí -la chica se levantó del asiento y camino lo más rápido a la salida, dejando su jugo puesto en la mesa que estaba al costado de ella. Se nota que le disgustan ese tipo de lugares-

– Alexia, he, bonito nombre, es un placer conocerla entonces. ¿No disfruta de la fiesta? – Pregunta el peliazul, que daba un sorbo a una bebida tropical que había obtenido de un mesero, mirando atentamente la belleza de aquella dama pelirroja que lucía imponente con aquellas prendas.

Dió un fuerte suspiro, tras a ver escuchado las palabras, tenía a ser una joven bastante mal humorada y está no era una situación diferente. Con su mano tomaba un vaso de jugo, por qué no quería tomar ese día-

dígame Alexia, nada de formalidades que sinceramente se me hacen tan fastidiosas *Suspira nuevamente*

Mientras tomaba una de las copas de vino, observó a una dama pelirroja estar aburrida en un rincón de aquella fiesta bastante aburrida, llamó su atención por lo que decidió acercarse a ella y sacarle conversación. – Buenas noches Señorita... lamento interrumpirla, veo que al igual que yo, usted se encuentra aburrida, ¿Me permitiría invitarle alguna bebida? Soy Marcus... Marcus Phoenix, encantado de conocerla.~ – Menciona aquel peliazul que hace una reverencia ante aquella dama, dedicándole una cálida sonrisa.