Ellos habían acordado por seguridad no dar muestras de afecto tan marcadas durante el trabajo. Pero el contacto no tenía intenciones de aparecer pronto, y Zhara estaba ahí, muerta de frío por su capricho. El ruso se sacó el abrigo y la envolvió con él, quedandose apenas con una playera de manga larga. El golpe de frío le arrebató una enérgica sonrisa que le animó a dar una profunda calada a su cigarrillo. — ¿Sanguinario? Supongo que los más exitosos lo son... Mientras más arriba están, más enfermos se vuelven los encargos...
Como resorte se levantó de la silla donde momentos antes yacía impaciente por la falta de noticias de su contratista y la falta de nicotina en su sistema que era básicamente su combustible. Se unió a él siendo recibida por una ola gélida que le obligó a buscar refugio tras el ruso. —Seguramente, tu contratista tiene fama de sanguinario...
—Oh mierda sí.. — Se levantó de golpe y fue hasta el enorme ventanal que abrió sin permiso. Una fría corriente de aire del Thames se colo en la habitación. Pero no le importaba, comparado con Rusia eso era apenas agradable. Encendió el cigarrillo y le ofreció uno a su compañera. —¿Tu crees que sea algo bueno? Debe serlo si se están haciendo los misteriosos.
Retuvo su labio inferior entre sus dientes evitando así liberar la risa que ese comentario provocó. Más calmada, pudo liberarlo. —Podemos ir a la terraza, ahí es zona libre...
—La realidad es que es zona de no fumar y me está volando la cabeza. ~ — Sonrió con malicia a la francesa mientras le mostraba la lengua de forma traviesa.
