Vamos... Quiero dormir un siglo. —Exageró con una tímida sonrisa, sin despegarse de él. Ocultó su cara en su cuello con cariño—

Estaremos bien, todo irá mejor ok? - Sonrió para Jace y le beso ambas mejillas- vamos adentro

—Le miró directo a los ojos entonces, escuchando sus palabras. La mirada pero confortante de Arthur provocó que Jace poco a poco se creyera más esas palabras. Cuando sintió que estaba a nada de romperse ahí mismo, pegó su frente a la ajena con sus ojos cerrados.— Te amo. Gracias... Por amarme, por quedarte.

Lo estará...todo va a mejorar lo sabes...- Le estrecho con cuidado y calidez- te amo Jace...todo irá bien

—Nego con vehemencia, pues sería una descarada mentira decirle que sí, cuando el otro bien sabía que no. Todo su alrededor se derrumbaba y el único que tenía de apoyo ahora era él, su esposo. Por eso se aferró a él como pudo— Lo estará.

Hey! -El abrazo le tomo por sorpresa pero no dudó en corresponderlo- ¿Todo bien?

— Arthur. — Llegó a la casa tras un pesado día, demasiado cansado y rendido. Tenía sueño y se sentía solo. Hacia algunos días que no podía convivir bien con su esposo y eso le dolía. Por eso, al verlo ahí en la entrada de la puerta, tomando aire seguramente, se quedó sin palabras. Se quedó parado observándolo antes de correr a abrazarlo— Arthur.