Si fuera por tu belleza, Eira, no estaría sorpren-asustado , sería más cómo avergonzado o similar. Je, je.

El hombre espabiló tras escuchar a la muchacha. — Tengo que regresar a la oficina, pero también tengo un compromiso en unos minutos. No sé qué hacer, si perder el compromiso de trabajo o exponer mi domicilio a cualquier ladrón... Difícil elección.

–no pudo evitar sentir compasión por él– ¿Y necesitas ayuda? Te puedo ayudar a buscar. –Quizá era una persona demasiado ocupada y por eso lo hallaba tan perdido, por eso de alguna forma lo podía entender– ¿puedes ir a revisar? ¿O alguien por ti?

Estaba intentando recordar si cerré la puerta de la oficina con llave... No he encontrado la llave en mi bolsillo... Quizás la dejé en la puerta...

¿Dónde mira tanto? Hasta se le ve perdido.