— Estuvo reiteradamente diciendo que me engañabas, que no eras lo que aparentabas a tal punto de llamarte mosca muerta. Eso me enojo y le dije que no te dijera así, que eras mi novia y que ella no tenía porque mencionarte en su sucia boca, además que no entendía el porqué estaba haciendo todo eso
Se sentía cargada por aquella mujer, parecía una obsesiva con Alex.
— Entonces me abofetio, dolió. Pero fue el final de la conversación, solo dijo que me iba hacer la vida añicos.
Alex seguía sin entender pero era obvio, la mujer gustaba de Alex obsesivamente.
La expresión de Eyra era nula al leer los textos entre ellas sin embargo expresó a voz clara y firme.
- Esa desgraciada cara de perro.
Movió su cabeza, invitándola a continuar. Su mano comenzó a acariciar esa mejilla rojiza de Alex; la castaña comenzaba a sentir que su sangre hervía de rabia.
Frunció sus cejas pensativa, le tomo de las manos para ir a uno de los bancos del parque y sentarse.
— ¿Recuerdas esa chica del trabajo que andaba extraña conmigo? Me mandó esto
"Necesito hablar contigo sobre tu novia" "—¿Que pasa con ella? Puedes decirlo aquí, ando ocupada" "Es importante" "—Bien... No me hagas perder el tiempo"
— Me encontré con ella aquí y estuvimos hablando, me dijo cosas estúpidas sobre ti que no le creí claramente
Iba a continuar con el relato pero quería escuchar a Eyra si le seguía el hilo.
Estaba justo abajo del edificio donde ambas vivían en el parque de enfrente, escuchar la voz de Eyra la saco de ese pesado suspirar, le sorprendió, tanto que sintió un leve susto en su pecho.
— Eyra! Dios...
Nuevamente volvió a suspirar, le daba gusto verle, sonríe acercándose a ella abrazandola.
Exclama la castaña, quien iba llegando temprano del trabajo y se cruzó con Alex. Tenía el rostro marcado, Eyra reconocía bien la marca de un buen golpe porque ella los daba.
