-Su novio le arrebata una sonrisa llena de complicidad, lo jala de la camisa hacia la habitación, le va a dar de comer hasta que esté completamente satisfecho-

Bien, después de ti entonces

-Ya no oculta nada, sus ojos comienzan a cambiar de color a unos rojos intensos mientras que su sonrisa es más marcada-

Siempre tienes hambre, tanta como yo

jeje tengo mucha hambre

Vamos a comer entonces.

-Le guiña un ojo-

-asiente varias veces, una reacción muy graciosa de su parte-

-Se pone de pie y se acerca a él a limpiarle su babita con su propia blusa-

Cariño tienes hambre?

-baba-