¿Y si es tan fácil porqué no lo haces y ya?

–Si tanto le molestaba entonces ¿por qué no la hacía un lado? La verdad en parte le daba igual, no quería su camisa sino quería que esté sin el.
La detuvo pero eso significó que la tana no se las ingeniera para ponerse de punta de pie y así comenzar a besar su cuello hasta descender a su pecho, bueno, el agarre en sus muñecas le gustó porque le gustaba ese trato.–

No, no lo acepto.

—Matarte sería muy fácil.

Sentenció, pero con un puro en la boca aceptaba muchas cosas. No lo había prendido, no a menos de poder ver lo que ella realmente hacía. Al principio con las manos de Urbana en su cuello pensó en algo más... Íntimo, pero vió que su intención seguía siendo la camisa, así que tuvo que detenerla tomando de sus muñecas antes de que quitara el cuarto botón.

—No sabes aceptar un "no" por respuesta.

Claro, piensas matarme.
–Para calmarlo un poco le puso rápido en su boca un cigarro de marihuana (faso) estaba apagado ya que recién lo había armado. Colocó sus manos a la altura de su cuello para empezar a desabrochar esos botones.–

—Adelante, sólo inténtalo. No respondo por lo que pueda hacerte.

Te la quitaré yo entonces.

—No te la voy a regalar, Urbana... Y pobre de tí sí intentas robarla.

Mi camisa.