De nuevo su gesto se volvió uno de hastío torciendo la boca hacia abajo.
—Que idiota..—

Su sonrisa fue amplia, algo divertido mientras en sus ojos el brillo y mirada de "Lo sabía" dijeron todo por sí solos. Antes de responder siguió limpiándose la sangre, ya entonces diría su anécdota.

—Me golpeé con una puerta, nada más. Jajaja.

—Ajá..— respiro y exhaló por la nariz mirándolo todavía con extrañeza y desconfianza. —¿Qué te paso? — no es que le importe mucho, solo quiere saber por mera curiosidad.

—O un beso robado, de esos que jamás se esperarían.

—Un puño sería una verdad implícita, por ejemplo.

—Los mejores chistes son los que llevan una verdad escondida.~

—ja ja ja.. buen chiste. — todo los ojos on desdén.

—Si te diera asco no habrías venido. Mejor acepta tus sentimientos, dí que te gusto.

—No, me das asco. Solo eso. — todo los ojos chasqueando de nuevo la lengua con una nueva torcida en su boca.

Toma el pañuelo cuando este va en el aire y palpa un poco la sangre dejando algo de la sangre seca sobre sus labios.

—Oww, te preocupes por mí. Nico, eres un amor.