Hablas como si me conocieras, lo cual es un total error de tu parte. Bueno, es natural cuando pocas palabras hemos cruzado. —Negó esta vez, no tenía apetito de éso.— disfruta tu comidita, yo seguiré mi camino.
—Te gusta creer muchas cosas, mujer. Después de todo, es lo único que sabes hacer. Relajó tan solo un poco su postura y fue hasta sus pertenencias que no muy lejos del lago yacían. Tomó de ahí unos emparedados y descansó en otro tronco opuesto a donde la mujer permanecía. —¿Quieres comer uno?
Afila sus reflejos y dispone sus manos soltando la toalla, tras la declaración de la mujer. —Bien, bailemos. Será divertido verte abatida en el suelo —añadió a guisa se provocación.
Creí que estabas dispuesto a todo, por algo preguntaste aquello. — Sonrió a sorna, tomando descanso en un tronco, apoyándose mientras se veía las garras.— ¿Te entusiasma la idea?
