Es sabido que el destino se deleita en la desdicha de los hombres...y eso fue lo que le ocurrió a Gabriel Belmont...Pues al exterminar a los Señores oscuros y acabar con su reinado de terror, también envenenaba su alma con las tinieblas de los mismos a quienes destruía.
Tal como reza la profecia...Quien acabe con los Señores Oscuros...deberá ocupar su trono y reinar como el único Príncipe de las Tinieblas.