— ¿Crees que la familia que te quede se apunte a ... lograr tu propósito? —

Dijo claramente listo para incluir a su hermano y entonces posó sus ojos en los de ella, a pesar de dormir por largos tiempos no le gustaba quedarse quieto. Le gustaba la paz que ella le daba pero al mismo tiempo le agradaba luchar por una razón y condición, y esta era derrotar a los asesinos de los padres de aquella que ahora se encontraba a su lado. Frente a aquel risco, suspiró un poco mirándole de reojo y añadiendo.

— Prometí no traerte dolor, pero tu potencial mágico es enorme, Lu... Quiero saber que has aprendido, qué tipo de magias has dominado y cuales deseas fortalecer... De ese modo sabré cómo mejor entrenarte. —


Fue de ese modo que frunció su entrecejo observando al horizonte, se preguntaba si sería buena idea contactar a los sobrinos que le quedaban pues dudaba que ese asesino estuviese solo. El enorme hombre con armadura apretó con calidez la pequeña ma