¡Qué gran idea! —exclamó jubilosa la adolescente, y tomó a su amiga de la mano.— Entonces deberemos hacer una excursión a Akihabara, comprar unas pelucas, y confundir a Manjiro y a BoKen, tehehehe... —dejó escapar una risilla malvada, pensando en todas las formas en las que podrían sorprender al par de pandilleros.—
— Tal vez luego deberíamos conseguir pelucas o algo así, para ver cómo nos veríamos. — dijo un tanto divertida. No se atrevería a teñirse el cabello, pero la curiosidad permanecía en ella.
—Regresó su mirada a su propio cabello, inevitablemente, y un ruborcito le iluminó las mejillas.— Nngh… nunca nadie había dicho eso sobre mi cabello. —confesó, como su aquello explicada por qué tenía esa reacción? Y comenzó a jugar con uno de sus mechones nerviosamente.—
Divagó por unos momentos, recordando las malas caras y comentarios que le han hecho en la escuela sobre su apariencia 'extranjera'', incluyendo a maestros. — No se si lo que sienten es envidia. — Suspiró. — Pero no puedes negar que luces muy bien tu cabello, es tan lindo. — Trato de regresar al tema a algo más animado, lo cual seria elogiar a su amiga.
Nanda to?! Emma-chan, ¿qué dices? ¡Tienes el cabello más lindo de todo Japón! —extendió las manos hacia arriba en un movimiento circular.— ¡Apuesto a que todas las chicas mueren de envidia cuando te ven pasar!
