—Volvió a levantar el bastón, a modo de amenaza de un nuevo golpe tras escuchar la insolencia del pelilargo.— Baka! Baseball. BASEBALL. Pero, ¿qué podrías saber tú sobre lo difícil y peligroso que es robar bases? Tsk!

— No sabía que caerse al caminar era un deporte. — Saltó evadiendo el golpe mientras reía, se mantendría algo lejos para evitar uno próximo.—

—Un sonido similar a un gruñido salió de la mandíbula apretada de la adolescente, y tan pronto recibió el bastón, le lanzó un golpe con este al pelilargo.— ¡Baka! Jamás comprenderías la vida de una deportista entregada como yo. —dijo con orgullo.—

— ¿Eres coja o qué? ¿Cómo te puedes caer tanto? — Le deja un bastón.— Ten, no es necesario que me lo agradezcas.