—La mirada, la presencia, y la voz del rubio la congelaron unos segundos, mientras la veía por sobre su hombro, sintiendo el peso de la toalla sobre sus hombros.— No entiendo tu mal humor, baka. Esta es una actividad obligatoria. —rechistó, con esos labios eternamente fruncidos.—

Se acercó para cubrirla con otra toalla sobre los hombros y le clavó esa mirada apagada que tanto le caracterizaba.

— ¿Eso crees?— Le cuestionó.

—No entendía la actitud del rubio y le hizo una mueca burlona, dándole la espalda con desdén. Secándose de pies a cabeza, despeinándose en el proceso.— Hentai… —murmuró con malicia.—

— ¿Quien dijo que no me gustaba?—

Cuestionó desviando la mirada hacía los "mirones" para fulminarlos con esa mirada tan perturbadora, aquellos notaron esa actitud intimidante de Manjiro y huyeron.

Tsk! ¡Quien te viera tan malhumorado! —se quejó, y comenzó a secarse con brusquedad, al borde la piscina, no prestando atención a los que la miraban.— Si no te gusta, ¡vete a otro lado! —le sacó la lengua.—

— ¡Agh!, Olvídalo —

Movió sus pasos hacía la banca cercana en dónde tomó asiento para observarla desde ahí, estaba fastidiado por las miradas de otros sobre ella.

—Iba a reclamar, pero se quedó a medio aliento, y parpadeo un par de veces, confundida.— ¿Y eso qué tiene de malo, baka?! Es mi clase de natación, ¡no me puedo vestir de otra forman!

— No es solo "una chica en traje de baño", se trata de que esa chica eres tú—
Le encaró, parecía celoso o lleno de un montón de sentimientos que él no podía describir.

—Abrazó la toalla contra su pecho, y se puso roja del enfado.— Oi, kisama! ¿Acaso eres tonto? Mis pechos están abajo, ¡me diste en la cara! —dio un paso al frente, para gritarle más enérgicamente.— Hentai! ¿Acaso no puedes ver a una chica en traje de baño sin ser un pervertido?!

— Evitando observar tus senos— Soltó sin darle muchas vueltas al asunto.