La tierra se iluminaba con el nacimiento del alba. Los brezos ondeaban y se inclinaban en largas hileras ante el viento del amanecer como si se inclinaran en adoración al [b]sol naciente.[/b] [b]
[/b] [center][/center] Al principio, [b]A[/b]idan parece un hombre del norte, pero una segunda mirada alcanza para identificar que nunca antes se había visto a un hombre así. Tenía una constitución muy parecida a la de los guerreros de los bosques, a la vez enorme y ágil, como un tigre. Pero sus rasgos no eran como los de ellos, y su melena de pelo de león, de corte cuadrado, era tan roja como la del propio fuego. Bajo unas espesas cejas brillaban unos ojos de un color inexplicable como el acero ardiendo en la llamas y fríos como el hielo. Su rostro es muy blanco, fuerte e inescrutable, siempre bien afeitado, y la frente ancha denotaba una gran inteligencia, así como la mandíbula firme y los labios delgados mostraban voluntad y coraje. Pero más que todo, el porte de él, la majestuosidad inconsciente de león, lo marcaron como un rey natural, un gobernante de los hombres. Viste siempre un abrigo negro que está adornado con adornos y borlas dorados, que terminan con ribetes de piel de ébano, y usa pantalones negros que están adornados con cadenas en su muslo derecho. También usa guantes, que son negros en la parte superior, mientras que la parte inferior está teñida de rojo. Solamente un detalle es el que nubla todo lo anterior, y es que aquel antiguo guerrero siempre se encuentra ebrio, en un estado de un extraño sopor de nieblas y tinieblas. Lagunas mentales, rematadas con una pendenciera actitud. [center]
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[/center]"Id y preparad vuestros clanes para la batalla", dijo el rey, y se alejaron pesadamente con el andar simiesco que adoptan esos gigantes raquíticos. Sin prestar más atención al sacerdote que examinaba las espantosas ruinas del altar, Bran hizo una seña a [b]A[/b]idan. El de cabellos de fuego lo siguió con presteza. Una vez fuera de esa sombría arboleda, bajo la luz de las estrellas, respiró más libremente. Estaban de pie en una eminencia, contemplando largas ondulaciones de brezos que se agitaban suavemente. Cerca de allí centelleaban unas pocas hogueras, cuya escasez daba escasa evidencia de las hordas de miembros de la tribu que yacían cerca. Más allá de estos había más fuegos y más allá de estos aún más, que marcaron por última vez el campamento de los propios hombres y mujeres de [b]A[/b]idan, gente libre que cabalgaba y luchaba duro. El príncipe sabía que irían a una muerte segura si combatían. [center]
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[b]—[/b] Todo rol es bienvenido. Fantasía histórica, aventuras, battle son los más comunes, pero me adaptaré. [b]—[/b] El romance es bienvenido si tiene un buen desarrollo, pero si tus intenciones son puramente rol erótico aquí no lo encontrarás. [b]—[/b] Los saludos son opcionales, pero realmente aprecio por lo menos unas breves líneas de rol si tu interés es agregar. Si te envió una solicitud, haré lo mismo.
[b]❝ La Claymore del Brezal. [/b]
La espada de [b]A[/b]idan es una claymore de más de dos metros de alto, contando con una hoja que sobrepasa los 180cm y posee unos 20cm de agarre. Esta larga arma es usada por el Rey de los Brezos. Originalmente, solo era una pesada hoja de plata y hierro unificados con metales de las montañas del norte por herreros enanos, posee un poder legendario debido a su amistad con los espíritus del fuego, entre otros. La misma posee una funda propia, y pesa una totalidad de 200kg.
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