AetosJujo1557644 is using SimilarWorlds.
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Fumador, sereno, protector de la palabra de Zeus.
About Me Notes
About Me
Nombre del personaje: Aetos Jūjō.

Edad: 22 años

Sexo: Masculino

Orientación Sexual: Heterosexual.

Raza: Humano/ Campeón Olímpico.

Descripción Física: La estatura de Aetos es de 1.82m, su complexión es delgada y su piel es caucásica. Su cabello es castaño y sus ojos son color negro, en el brazo izquierdo tiene un tatuaje que empieza desde la muñeca y termina hasta el hombro cerca de la clavícula, dicho tatuaje tiene la forma de una enredadera con púas que terminan atravesando un corazón del cual sale una gota bastante grande de sangre.

Suele usar ropa elegante la mayoría del tiempo lo cual consta con un saco de vestir color negro, camisa de vestir blanca, pantalón y zapatos negros, cuando no usa esta ropa lleva puesto una playera me mangas cortas color blanca con un pantalón de mezclilla color gris con tenis bajos color negro.

En ocasiones, cuando se ve envuelto en un combate y mediante a una plegaria dirigida al dios Zeus, un rayo impacta de golpe al muchacho sin dañarlo, solo altera la ropa que llevaba puesta, siendo lo principal un yelmo color dorado con adornos carmesí, su torso se vería cubierto por un peto color dorado con la marca de un rayo de color rojo justo en el centro del pecho, sus piernas se verían cubiertas por una especie de bermuda metálica bastante ligera, lo que le permite realizar movimientos bastante rápidos y por último unas grebas completas con el mismo dorado que el resto de su conjunto, igualmente mediante aquel rayo, en las manos del joven aparecería materializada una espada espartana.

Descripción Psicológicas: Es un joven bastante tranquilo, le gusta hacer bromas pese a que la mayor parte del tiempo se la pasa serio.

Cuando llega el momento de combatir, su personalidad cambia a una completamente extrovertida, haciendo bromas en cualquier momento así la situación sea bastante severa. Si su adversario llega a cansarlo o colmar su paciencia, Aetos no dudará en dejarse llevar por su ira volviéndose en alguien muy severo.

Historia:

Aetos siendo más joven era alguien demasiado extrovertido gracias a la convivencia que llevaba con sus padres pese a que estos se encontraban gran parte de su tiempo en el trabajo, era un joven bastante sano gracias al entorno familiar en el cual vivía, sin embargo, cierto día que regresaba del colegio se percató que su familia no se encontraba en su hogar, pese a que los buscó en los sitios a los cuales ellos solían frecuentar, no logró encontrarlos, quedándose solo desde ese momento con lo único que tenía puesto.

Pasó más de medio año vagando sin rumbo de ciudad en ciudad con pequeños trabajos para así lograr subsistir en un mundo al cual no lo habían preparado para enfrentar, cansado de no poder obtener algo más a cambio de los sitios a los cuales viajaba, decidió irse de su país como inmigrante, llegando finalmente a Grecia.

La ciudad de Tebas le fascinaba al muchacho pese a que la visita en una época donde la decadencia era constante, a sus 18 años y gracias a un gran trabajo, pudo establecerse en la ciudad, sentía que finalmente tenía un hogar como el que antaño había perdido. Cierto día en donde el muchacho había salido a comprar cigarrillos, observó como un grupo de vándalos sin escrúpulos acosaban y molestaban a un anciano que no contaba con hogar.

Aquel suceso le causaría bastante repudio al muchacho, que no dudaría el auxiliar a aquel anciano y tras unos momentos de combate, el muchacho terminaría en el suelo, derrotado, la amabilidad que le mostraría aquel indigente fue más que suficiente para el muchacho, que algo lastimado, emprendería su vuelta a casa hasta que fue detenido por aquel señor.

Aetos no entendía del todo lo que hablaba aquella persona, pues le mencionaba que los mortales se habían corrompido y que su apariencia mortal en ese día le haría tomar una decisión y que sin embargo, las acciones del muchacho, le recobrarían la esperanza de que aún se podía ser una buena persona pese a que los tiempos actuales eran desfavorables.

Finalmente ese anciano se presentaría en su verdadera, era el dios Zeus y le ofrecería una oportunidad de ser alguien mejor a aquel muchacho que había llegado sin nada a la ciudad de los dioses, El Olimpo, de inmediato, el muchacho accedería y así comenzaría un entrenamiento de 4 años en el mismísimo Olimpo, siendo entrenado por Ares, el dios de la guerra, en cuanto a sus habilidades cuerpo a cuerpo, entrenó con Hermes para volverse rápido hasta que en uno de sus entrenamientos lograría ganarle en una competencia de velocidad y finalmente entrenaría con Zeus en su manejo de armas, cierto día en uno de sus entrenamientos, lograría cortar el rayo de su mentor, el cual daría por finalizada su tarea y mandaría al mundo mortal al muchacho, encomendándole la tarea de reparar los errores que los mortales, al igual que él, habían dañado con el paso de los siglos.

Cuando el muchacho volvió a la tierra parecía que no habían transcurrido 4 años, su apariencia había cambiado, pero el lugar que consideraba ahora su hogar no lo había hecho, sin perder más tiempo, se dispuso a cumplir la tarea que se le encomendó. Y así empezaría el viaje de este joven, tratando de restaurar la calma y paz que antaño, sus mentores mantenían a flote.

Habilidades:

Aetos al ser entrenado 4 años en el Olimpo por Hermes, Ares y Zeus, llegó a adquirir ciertas habilidades:

Velocidad sobre humana: Hermes (El dios del comercio) entrenaría al joven en cuanto a sus movimientos y reflejos llamando a esta habilidad “Paso rápido”, logrando que este pueda recorrer ciertas distancias en cuestión de momentos, cuando se ve obligado a utilizar su paso rápido, un destello dorado en forma de rayo se hace presente en su cuerpo, recorriendo el mismo por unos momentos donde puede ser visible.

Fuerza sobre humana: Al haber entrenado con Ares (El dios de la guerra). Aetos llegaría a adquirir la habilidad de combatir cuerpo a cuerpo contra un dios, por lo que su fuerza se iguala a la de uno, igualmente, Ares le entrenaría en el manejo de armas clásicas, siendo espadas, lanzas entre otros los objetos con los cuales puede llegar a defenderse Aetos dependiendo de la situación.

Habilidades con el Rayo: Zeus, su mentor, adiestraría al muchacho a perfeccionar sus habilidades con la espada además de conferirle una pequeña parte de su poder con el rayo, por lo que cuando espada espartana se hace presente en el campo de batalla, el clima cambia considerablemente al manifestarse nubes completamente negras cargadas de electricidad la cual cae considerablemente en su espada, que al dar cualquier golpe liberaría potentes y poderosas descargas eléctricas siempre y cuando su usuario lo requiera, entre más tiempo pase, la espada se cargará más de electricidad, por lo que su ataque será más poderoso.

Esta arma solo puede ser convocada mediante una oración a su mentor, la cual consta de las siguientes palabras.

“Confiame tu fuerza que yo garantizaré la victoria en tu nombre”


Herramientas:

Espada Espartana: El xifos que igualmente se le conoce como espada espartana, es una espada corta de doble filo, utilizada únicamente por los griegos antiguos, mide 30cm El diseño del xifos, debido a la forma de la hoja, permite cortar y clavar. Su hoja es discreta, pero suficientemente eficaz para parar los golpes de otra espada.

El arma de Aetos tiene un diseño estético diferente a los xifos convencionales, pues las hojas de esta arma son de color negro mate con relieves y detalles dorados .

Armadura del Campeón: La armadura que se manifiesta en Aetos a la hora del combate consta de un yelmo color dorado con adornos carmesí, su torso se vería cubierto por un peto color dorado con la marca de un rayo de color rojo justo en el centro del pecho, sus piernas se verían cubiertas por una especie de bermuda metálica bastante ligera, lo que le permite realizar movimientos bastante rápidos y por último unas grebas completas con el mismo dorado que el resto de su conjunto.

Esta armadura se manifiesta cuando Aetos menciona otra de las plegarias a su mentor.


“Zeus, dame coraje para cambiar aquello que yo puedo cambiar, entereza para afrontar aquello que no puedo cambiar, y la inteligencia necesaria para distinguir lo uno de lo otro”.



Pasar el rato.