31-35, M
About Me About Me Notes
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
-Sin duda alguna la situación era extraña a su manera, luego de haber llegado en la ayuda del anciano, más temprano que tarde las explicaciones sobre el misterioso libro habían llegado, recibiendo a su vez entre sus manos aquel manuscrito el cual según palabras del mayor tenía una alta importancia, algo que ciertamente llamó la atención del albino, no por la descripción anteriormente dada sino pues, porque pocas veces había escuchado a una persona hablar tan enérgicamente de un objeto como este.-
-En silencio, escuchó cada palabra y explicación del anciano, en cierta forma le llamaba la atención el hecho que viese en el a alguien digno siendo que técnicamente este era su primer encuentro pero teniendo conciencia de la fama que poseía la familia Schwarzer sería más que obvio que algo de información llegase a los oídos del anciano. Trató de no divagar mucho, el príncipe a pesar de verse interesado en el libro y su contenido era precavido, asi como podian haber maravillas tras un objeto como este tambien podrian haber desgracias, todo tenia una segunda cara por lo cual no debia confiarse mucho; cuando el libro fue abierto, en primera instancia el albino no reconoció el idioma, era una lengua demasiado extraña quizá incluso antigua, mas eso no seria mucho problema, podria investigar sobre la misma cuando tuviera tiempo, por lo pronto se concentró mas en las explicaciones del abuelo.-
Babel? La torre de las leyendas sobre los primeros dias de los hombres? -Ciertamente aquello le parecía sorprendente, conocia la historia puesto que en algunos documentos asi como escrituras esta figuraba, en diferentes versiones pero siempre el mismo caso; una puerta celestial, Siegfried no era ajeno a los casos de viajes entre distintos mundos, pero aun asi ello lograba llamar su atencion.-
-No habia mucho que decir, el albino sostuvo el libro una vez fue entregado completamente en sus manos, ojeando el mismo por unos instantes para despues regresar su mirada al hombre mayor luego de que su ultima peticion fuese dada. Porque no? No demandaba mucho por aquel objeto, y luego de escucharle no podria dejar ir tal oportunidad.-
Entiendo… tenga por seguro que lo hare, puede descansar tranquilamente pues es lo minimo que puedo hacer a cambio de confiarme este objeto, no le defraudare.
-El oro no era algo que en Eirween escaseara por lo cual fue cosa de solamente introducir su mano en su bolsillo y extraer de este 40 monedas de oro, un tanto mas que lo pedido originalmente, pero saber que el pobre hombre terminaria sus dias probablemente solo en cierta medida le generaba algo de compasion.-
-Extendio su mano y tomo el mechon mientras dejaba tambien las monedas en la mano ajena, guardando el mismo en el bolsillo donde anteriormente habia extraido las piezas de oro, tras ello su mirada se poso con calma sobre el anciano de nueva cuenta.-
Tengalos, asegurese que sus restos tengan el mejor trato posible, con esto sera mas que suficiente. Debo decir que estoy agradecido que me confiara esta labor, y a su vez tan importante manuscrito, le doy mi palabra que cumplire su ultima voluntad.
-En silencio, escuchó cada palabra y explicación del anciano, en cierta forma le llamaba la atención el hecho que viese en el a alguien digno siendo que técnicamente este era su primer encuentro pero teniendo conciencia de la fama que poseía la familia Schwarzer sería más que obvio que algo de información llegase a los oídos del anciano. Trató de no divagar mucho, el príncipe a pesar de verse interesado en el libro y su contenido era precavido, asi como podian haber maravillas tras un objeto como este tambien podrian haber desgracias, todo tenia una segunda cara por lo cual no debia confiarse mucho; cuando el libro fue abierto, en primera instancia el albino no reconoció el idioma, era una lengua demasiado extraña quizá incluso antigua, mas eso no seria mucho problema, podria investigar sobre la misma cuando tuviera tiempo, por lo pronto se concentró mas en las explicaciones del abuelo.-
Babel? La torre de las leyendas sobre los primeros dias de los hombres? -Ciertamente aquello le parecía sorprendente, conocia la historia puesto que en algunos documentos asi como escrituras esta figuraba, en diferentes versiones pero siempre el mismo caso; una puerta celestial, Siegfried no era ajeno a los casos de viajes entre distintos mundos, pero aun asi ello lograba llamar su atencion.-
-No habia mucho que decir, el albino sostuvo el libro una vez fue entregado completamente en sus manos, ojeando el mismo por unos instantes para despues regresar su mirada al hombre mayor luego de que su ultima peticion fuese dada. Porque no? No demandaba mucho por aquel objeto, y luego de escucharle no podria dejar ir tal oportunidad.-
Entiendo… tenga por seguro que lo hare, puede descansar tranquilamente pues es lo minimo que puedo hacer a cambio de confiarme este objeto, no le defraudare.
-El oro no era algo que en Eirween escaseara por lo cual fue cosa de solamente introducir su mano en su bolsillo y extraer de este 40 monedas de oro, un tanto mas que lo pedido originalmente, pero saber que el pobre hombre terminaria sus dias probablemente solo en cierta medida le generaba algo de compasion.-
-Extendio su mano y tomo el mechon mientras dejaba tambien las monedas en la mano ajena, guardando el mismo en el bolsillo donde anteriormente habia extraido las piezas de oro, tras ello su mirada se poso con calma sobre el anciano de nueva cuenta.-
Tengalos, asegurese que sus restos tengan el mejor trato posible, con esto sera mas que suficiente. Debo decir que estoy agradecido que me confiara esta labor, y a su vez tan importante manuscrito, le doy mi palabra que cumplire su ultima voluntad.