Aquél hombre, por su parte, se alejó hasta desaparecer entre la multitud, parecía haber sido un fantasma que tan solo había llegado por casualidad, pues no había dejado rastro, tan solo un sutil aroma a menta.
- Notando aquel símbolo alquimico supo que quizás en aquella librería podría encontrar la respuesta a lo que busca y tanto ha perseguido. No, no le interesa en lo absoluto la piedra filosofal ni nada de esas cosas. Quiere de una buena vez descifrar algunos manuscritos de los cuales según son apócrifos y tal vez allí encuentre respuestas. Tras haber dejado a aquél hombre. Parte a el aeropuerto para ir a dicho lugar esperando dar con la información que necesita recabar para dar por cerrado un caso. -
—Hahaha... eso suena interesante y enriquecedor. Bueno, le espero con ansias, y para muestra de ello no dudaré en arreglar mejor el lugar, pese a que es pequeño.—
Comentó al ver como era respondido, así mismo éste comenzó a dar marcha de vuelta a su sitio, no sin antes ofrecerle una pequeña tarjeta blanca con una cruz con una serpiente envuelta en esta, así como alas anexas y una corona por encima de ella.
Agradeciendo el gesto y mostrando su educación de alcurnia, le hace saber que tomará el primer vuelo a dicha ciudad ya que su fascinación por los libros y el ocultismo es su pasión además de darse una vuelta para conocer los sitios más malditos de USA. -
En unos días estaré allá, tengo una conferencia acerca de el libro prohibido : La cocina del alquimista.
— Será bien recibida, además, también puede disfrutar alguna bebida en el segundo nivel del edificio mientras se deleita con nuestra colección... ¡Oh! Ya veo, ya veo... me gusta ese entusiasmo, hahaha... ¡La estaré esperando entonces!— respondió inclinándose ligeramente en una sutil reverencia.
— Valdrá la pena el viaje, quizás espero encontrar allí la respuesta a la maldición de la estatuilla de la diosa de la muerte que encontraron en Chipre. - Anotando la dirección, tendrá que partir en busca de la enigmática respuesta y resolver el caso de dicha estatua. -
¡Hahaha! ¡Claro que sí! ¡Será un placer! Mi librería está ubicada en el número dos mil seiscientos cuarenta de la calle Steiner, en esquina con Broadway en Pacific Heights, San Francisco California, haha... siempre hay algo interesante.
