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LukaThadeus · 31-35, M
Nunca le han hecho una pregunta cómo esa. Pensándolo bien ,aquí las cosas nunca han llevado un protocolo cuando el es quien está al mando, luego todo lo demás puede cambiar bastante cuando su padre está en el castillo. Afortunadamente hoy no estará, así que el , sólo hizo un ademan con la diestra restando importancia.

▬Puedes hacer lo que tu quieras. Come todo lo que quieras y duerme en dónde quieras. Si rompes algún jarrón, ¿A quién mierda le importa? heh~▬
AdyanGreene · 22-25, M
— No me siento del todo cómodo llamando a mi amo por su nombre. Prefiero otorgarle el lugar que se merece~. Me han educado así desde pequeño.~ —

A pesar de su aspecto felino remarcado por su orejas gatunas, Adyan tenía una gran parte humana. Tras sus 17 años de vida estaba seguro de que era aquello que buscaba y necesitaba. Por eso, no se arrepentia de su decisión de dejarse llevar por el mayor. Ahí tendría refugio, comida y posiblemente actividades que le darían satisfacción.

— Gracias por la comida, amo~. — Con sus impecable modales, comenzó a comer sus alimentos, usando los cubiertos. Al terminar uno de los bocados le miró directamente, un sonrojo cubriendo sus mejillas por ese descaro.— ¿Cómo son las cosas aquí? ¿Existe algún código de comportamiento? —
LukaThadeus · 31-35, M
▬Luka-sama será suficiente por ahora. Supuse que te gustaría estar aquí ya que es muy espacioso. Hay otros animales en los campos detrás del castillo, y si quieres saber por qué, te diré que me gustan muchos los animales ▬

Concluyó con una sonrisa, los felinos en especial son sus favoritos. Le ordenó a una de sus sirvientes que preparara algo de comer, no para el si no para el gato que desde ahora iba a dejar vivir aquí. Además, pidió que la gente del castillo supiese acerca de esto, no fueron pocas las veces en las que echaron a una de sus mascotas por no saber que su majestad lo había traído.

Luka lo tomó en sus brazos y lo llevó a una gran mesa, ubicada en uno de los salones y comedores más jugosos de su hogar. En la superficie hay platillos de toda clase ¿Acaso pensó que iba a darle solamente leche?


▬Hora de comer♪
AdyanGreene · 22-25, M
Su vista se mantuvo fija al castillo. La enormidad de la constitución era suficiente para tener cautivado al felino. Quería entrar al lugar y juguetear en el, recorrerlo por completo y perderse en sus pasillos. Fue igual de grande su emoción al ver que se dirigían a este.

— ¿Puedo llamarle Luka, amo? Me complacería también poder llamarle amo. —

Llegados al castillo Adyan estiraba los brazos en dirección de casi todos los objetos que veía ahí adentro. Los colores combinaban a la perfección y había un estilo que no reconocía del todo pero le hacía sentirse en un cuento de hadas. Sus ojos estaban iluminados y sus risas no tardaron en hacerse oír.
LukaThadeus · 31-35, M
Si el chico puede ver el castillo debe ser que su teoría acerca de su raza no estaba tan errada, se supone que los humanos no pueden ver este lugar. A su alrededor hay varios caballeros, y escuderos tomando su respectiva guardia. El respetuoso saludo que ellos le brindan es muy común, tanto a el cómo a los invitados que suele traer de vez en cuando.

▬Mi nombre es Luka▬

Si bien esto es sólo un bosque, más a lo lejos hay pueblos que pertenecen a otras familias demoníacas al resguardo de la suya, que es la más poderosa.


Si de por si el castillo se ve imponente por fuera, por dentro era una vista privilegiada para cualquier visitante. Es una estructura de hace miles de años que recuerda las épocas medievales,lo que son simples decoraciones, son artefactos bañados en oro y pinturas antiguas. Lo primero que iba a hacer era darle de comer, por ende se encaminaba a una cocina aún teniéndole en sus brazos.
AdyanGreene · 22-25, M
En toda su vida, Adyan había visto cosas realmente sorprendentes, para comenzar su misma existencia mitad gatuna y mitad humana. Pero jamás se había quedado tan confundido como cuando se abrió un portal frente a sus ojos, de la nada, posible producto del hombre musculoso que lo llevaba. Ladeó la cabeza curioso, sus orejas bien paradas y dirigidas hacia el portal, señal de que su atención completa estaba ahí. Poco después estaban en un lugar muy diferente a donde se habían conocido. La vista era hermosa, tanto que Adyan se animó visiblemente.

— Un castillo~ No creí que fueran reales~ —Su tierna voz se silencio de inmediato para escucharle. Movió de arriba a abajo la cabeza como afirmación.— ¿Con qué nombre debo llamarle?
LukaThadeus · 31-35, M
Siente que su parte humana es sobrepasada por su lado felino, algo bueno porque de caso contrario no hubiese tenido intenciones de levantarlo.


A medida que caminaban, los pasos de Luka iban dejando una pisada en el suelo con la esencia de su energía oscura;Lo que parecía ser una simple caminata, era en realidad el cruce directo hacía un portal que el albino abrió con el destello de sus hermosos ojos. El poder del que se hace presente le pudo hacer viajar de un segundo a otro, cuando la realidad se distorsionó justo delante de sus ojos, aquel lugar se convirtió en una extensa vista poblada de árboles y unas montañas en la lejanía. Pero nada era más imponente, que el castillo situado a unos metros de distancia.


▬Te diré mi nombre, pero recuerda bien ese nombre, porque es la manera en la que llamarás al príncipe que te cuidará a partir de ahora ¿De acuerdo?▬
AdyanGreene · 22-25, M
Se acurrucó bien entre sus brazos, encontrando comodidad en aquel calor ajeno. Sus orejas se movían en reacción a las caricias que obtenía, girandolas ligeramente y agachandolas en ocasiones. Su pequeño tamaño en comparación a su enorme altura permitía que fuese sencillo transportarlo.

— Adyan. Mi anterior amo me abandonó ayer en estas calles, dice que era muy difícil cuidar de mis necesidades gatunas y humanas. ~
LukaThadeus · 31-35, M
Volteó hacía ambos costados mirando y fijando por si había alguien cerca, no sabe si este gato es producto de la casualidad o un simple minino que se perdió. Eso ya le da igual porque ni aún dicho, piensa tomarlo para resguardarlo en la fortaleza de su castillo.

Se fue caminando de la escena con el gato en sus brazos, haciendo caso a la petición de acariciarle las orejas, tanto de costados cómo en la parte trasera.

▬¿Tienes nombre? Dime de donde vienes, es la primera vez que encuentro una criatura cómo tu ▬
AdyanGreene · 22-25, M
Los ronroneos del menor aumentaron con las nuevas caricias. Frotó la cabeza contra el cuerpo del masculino, cómodo de estar entre sus brazos. Se relajó en aquella posicion al cerrar los ojos. Su pecho subía y bajaba lentamente y con cada respiración reverberaba su pecho en fuertes ronroneos.

— Puedo ser travieso a veces~ pero jamás tormentoso. Prrrr~ no te detengas, se siente bien. Acaricia mis orejas~

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