Gracias, *toma y acepta el regalo de la contraria*

— No sé diga más, aunque las flechas serán muy ligeras como una pluma, y resistentes como el acero más resistente.

Gracias, señorita, muy pocas me alaban de tal forma

Un elfo, que bonito *.*

—Esta bien, eso sí lo puedo aceptar.—

— Bueno si quieres te puedo regalar flechas, unas tan ligeras y cuya resistencia sea de lo mejor para un arquero hábil. Que dices.
— Guiñándole el ojo a dicho elfo, señal de que le cayo bien aquel ser de lejanas tierras. —

—Quédatela —dijo apartando ligeramente el rifle con sus dedos. —Ese tipo de armas no son mi fuerte, prefiero mil veces más mis flechas. Aún así te lo agradezco.

— Anticuadas ? Para mi son muy eficaces y además silenciosas perfectas para matar a alguien sin hacer el menor ruido. Aunque solo porque me caes bien, te regalaré esta arma.
Dispuesta a regalar uno de sus más preciados tesoros, mientras observa aquella flecha con un grabado único el cual quedara en su mente.

—Yo no sé nada de esas cosas, del reino de donde vengo no existen. Tenemos que usar estas anticuadas armas.
Sacó una flecha para mostrársela, mostrando que en la punta se encontraba grabado el símbolo de Auribus.

— Es un rifle de asalto AK - 47 de manufactura rusa con una bayoneta de grafeno.
Respondio con una pequeña sonrisa, mientras analiza a su acompañante, quien posee una vestimenta muy curiosa además de que tiene solo flechas así como lo había leído. Eran arqueros natos con una habilidad para dar en el blanco, notando es un guerrero de sangre.