Déjalo que lo descubra por si mismo.

-Se cruzo de brazos al notar ese movimiento brusco, odiaba a los hombres que pensaban que podían hacer lo que quisieran con una chica.-

Cinniamon era lo que bien era el claro ejemplo de no juzgar un libro por su portada, aquel joven no creía una sola palabra de Izana, creyendo que eran puras patrañas para que se alejara de la chica.

Un movimiento un tanto brusco pues trato de tocarla y Izana se metio entre el medio para luego quitarse.

Lo que dice es verdad.

-Era claro que el compañero de Izana no se creía las palabras de ambos era lógico ella no lucía como una de esas chicas, si no todo lo contrario, cosa que ella usaba a su favor siempre.-

Esa respuesta le causo mas curiosidad que otra cosa, frunciendo el entrecejo recibió un codazo por parte de uno de sus "compañeros" que miraba la rubia con interés pidiendo que se la presentara que no fuera un mal amigo, Izana le fulmino pero...

Puedo presentarte pero no te sobrepases pues sabe romper piernas y yo me reiré si lo hace contigo.

No voy a decírtelo..

-Se encogio de hombros levemente, realmente no estaba haciendo nada malo simplemente había decidido salir a dar una vuelta.-

No, yo pensaba que si

Viendo su postura reconoció la costumbre riendo, las va a separar 3metros de distancia a ver que hacen las dos.

Bien dime ¿Que haces por estos lugares?

No iba a asustarte..

-Arquea una ceja con sus manos detrás de su espalda, una costumbre que había adoptado de su mejor amiga.-

Ha altas horas de la noche se encontraba ocupado con unos asuntos que requerían su presencia, llegando a su oido unos pasos que delataban de quien se trataba. Mirando por sobre su hombro rio mofándose un poco.

Si pensabas asustarme tenias que venir con una corneta.