Por dentro se derrumba conocía sus sentimientos mutuos pero no como se sentía al respecto y en parte era su culpa, bajo su propia inexperiencia. La estrecho tanto como pudo después de escuchar su voz y ese libero titubeó triste en sus palabras cosa que hizo nudos en su corazón. Contra el muro y en soledad se encontraron cara a cara , lo creía; que ella lo quería como él lo estaba haciendo. Inclino su rostro tomando entre sus manos esas mejillas, el acelerado corazón de Adylle resuena con vigor. — Oye... — Levantó ese rostro para encontrar su mirar.

Primero beso sus ojos y cada lágrima que cayera por ellos, después su mejilla y su frente articulando las palabras justas que necesitaba decirle, las que lleva atoradas en su garganta poco antes de su encuentro en el ascensor.— Me gustas y... - era difícil abrirse a ella a confiar pero lo había hecho y la prueba era que ambos continuamente se atraían como imanes.