— Es algo que debo hacer... no puedo dejar que todo el trabajo de restaurar y proteger el bosque quede en los hombros de ese hombre...él tiene que velar por su familia que está a punto de crecer. No había escuchado que el bosque tuviese una bruja.... ahora somos dos aberraciones, un guardián y una bruja...
Este alzó sus manos con calma, las espadas gigantes aún invisibles a sus espaldas apuntaban directo a la mujer en forma defensiva, mas ese gesto con sus manos hizo que estas simplemente bajaran. Observó aquello que lanzó para abrirlo, oler el contenido e incluso vaciar un poco sobre su mano para estudiarlo, al final comenzó a beber todo hasta acabar el agua.
Su voz sonaba demasiada confiada y sin hacer uso de sus piernas, el tronco en el que descansaba se acerco más, solo lo suficiente para aparecer a la vista del castaño desde una altura considerable.
-Solo supervisaba que hicieras bien tu trabajo- En su rostro se dibujo una amplia sonrisa, se sentía agradecida que alguien más hiciera aquello para ayudar al bosque.
-Buen trabajo por cierto.- Desde lo alto lanzo con un movimiento delicado una cantimplora con agua regeneradora de su manantial especial, quería compartirle para ayudarle a recobrar fuerza.
La castaña se encontraba en su exploración mensual que correspondía a la zona boscosa del Este, debía asumir la responsabilidad de extraer la energía negativa que no permitía que la vegetación se desarrollara en dicha zona antes de que esta se convirtiera en zona desértica, en su tarea se percato de la existencia de otra criatura, no intuía peligro alguno por lo que decidió acercarse más a echar un vistazo, se sorprendió al descubrir que se trataba de un joven, era casi un niño, al menos ante sus ojos. Decidió observarlo para saber qué hacia ahí, después capto el propósito de su tarea.
La razón por la que decidió observarle es para no perder de vista todos aquellos puntos en los que había sembrado, pretendía limpiar el campo de la ruta trazada por él sin afán de presumir, solo esperaba a que él se retirara. Intención que se vio atrofiada debido a que esas palabras iban dirigidas a ella.
Recolección de plantas y luego sembrar semillas del ¨árbol sagrado¨ de sus hijos en la zona infectada por veneno para que esta floreciera, el día iba normal, no obstante las espadas que siempre le acompañaban vigilantes e invisibles estaban muy intranquilas y este podía sentirlo por igual desde hacía un rato, había alguien entre los árboles muertos observándole pero no era capaz de encontrarle, no había un olor ni tampoco distinguía alguna aura singular o diferente por lo que decidió continuar con su trabajo sembrando aquellas pequeñas semillas en lo que se suponía era tierra muerta. 3 horas de siembra tomó, y al terminar solo se sentó en el suelo a beber agua del río que cargaba en una cantinflora; en ese momento decidió hablar.
— Si hay alguien ahí, ya es bastante tiempo observando... hay mejores maneras de emplear el tiempo, sal de ahí.
