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La resucitadora.
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EdgarBlack · M
Le pareció una maravillosa idea el de visitar un Castillo, hacía mucho que no lo hacía, la última vez que lo hizo fue estando con Mikael, lo recordó en ese instante muy bien, iban un domingo de otoño, Mikael decía que no había estación más maravillosa que el otoño, Edgar por supuesto no le daba mucha importancia a las tonterías que en veces le decía su Escudo. No obstante el Laceo le encantaba salir de expedición con aquel de cabellera crespa, le gustaba escuchar sus historias inventadas y sus extraños sueños que a veces tenía con Edgar. Fue en Irlanda cuando visitaron aquel castillo, estaba ubicado en una colina, yacía compuesto de 7 edificios con puntas y techos puntiagudos, las fachadas eran de ocre y la vegetación era extremadamente verde, era un lugar abandonado por lo que correr por los pasillos de aquel sitio no sería penado por nadie. Edgar de 12 años y Mikael de 14 años, ambos adolescentes con ambiciones distintas pero con un lazo creado tan fuerte que hasta ahora sostenían –donde quieran que estuviesen- era inquebrantable.

-Hey Rey ¿Subimos a la torre más alta? Creo que sé por dónde es la entrada. –Preguntó el de la encrespada cabellera- Debemos tener cuidado Mikael, nos podemos meter en problemas con el Pasado de este castillo. –Señaló preocupado el joven Edgar- ¡Mmm! No lo creo…-decía Mikael- Nada nos dañará porque yo estoy aquí. –Presumió de sus habilidades a medida que caminaban hacia la parte trasera del castillo intacto- ¡Wooow! Es altísimo. Y enorme ¿Quién crees que haya vivido aquí? –Comentó Edgar con la mirada perdida en la altura de uno de los edificios adjuntos- Posiblemente un rey tonto. –Respondió el Encrespado a la vez que pateaba una puerta de madera afectada por la vejez, dejándole en el piso levantando una cortina de polvo y telarañas Mikael animó a su compañero- ¡Vamos Edgar! ¡El que llegue de último le hará la cena a Gust! –Amenazaba Mikael subiendo las escaleras en caracol de aquel pilar en el castillo.

El Profesor respondió por impulso automático levantándose de su asiento, siguiendo los pasos a la peli-violeta, bajó los escalones con parsimoniosa calma para fijar su mirada en ella-Le sigo ciegamente Srta. Nithilam… -Le dijo esbozando una sonrisa, dejando una vez más sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de excursión.
NicoRobin · F
[Off: qué pena contigo, perdona la demora... algunos problemillas de tiempo y no quería hacerte un turno cualquiera así que me tomé mi tiempo para hacer un turno digno del tuyo ]

∞|• -Lo lamento… mmm tal vez no tanto… pero nunca lo sabrás querida…

Comenta con total calma, dirigiendo la mirada hacia el suelo en donde yace inconsciente una mujer rubia. En la diestra sostiene una pequeña tarjeta que acerca de nuevo hacia su rostro “Es tiempo, el llegará” tras leerla por vigésima vez la rompe en muchas partes pequeñas y la tira a la basura. Toma de la mano el cuerpo de aquella mujer y lo levanta sin dificultad. Muy a pesar suyo, la lleva hasta la cama en donde la recuesta.
-Estarás a salvo aquí, prometo despertarte cuando todo termine- le comenta como si estuviera platicando con una amiga.

Frente a la cama, se encuentra ubicada una luna con repisa y cajonera integrada. Enorme y bella de madera de pino exquisitamente tallada. Dicho mueble hace juego perfecto con el resto de la recámara. Encima del tocador, múltiples cosas y accesorios dispersos por todas partes. De entre ellos, toma una cartera y un gafete que se coloca en la blusa blanca del traje sastre color negro que lleva puesto. Se mira en el espejo y sonríe. Posee una bella figura que se acentúa con esas ropas. Su larga cabellera es blanca y semi ondulada. Su tez pálida hace que sus ojos verdes resplandezcan como dos hermosas esmeraldas.

-Por fortuna no fue necesario valerse de aquello… -susurra mientras toma el celular y el bolso que estaba en la silla, caminando ya rumbo a la salida de aquel departamento.

Tras conducir por un rato, llega al aeropuerto JFK en donde se ha levantado un discreto campamento, unas oficinas temporales en Nueva York que servirán para las operaciones del CDC durante el tiempo que dure la investigación. Aparca el modesto automóvil y de inmediato pasa a vigilancia mostrando su gafete.

-Dra. Annie Smith- Dice el oficial por la radio.

Un par de minutos después un hombre alto de tez blanca y oscura cabellera, vistiendo un traje elegante en color negro llega para recibirla.

-Dra. Smith, bienvenida – dijo aquel hombre – Agente Lee del FBI. Un placer conocerla. El Dr. Shuey la espera.

La Albina estrecha suavemente la mano del agente y camina con él hacia el interior del campamento. El doctor enfundado en un traje especial color amarillo para el control de enfermedades la recibe cargando el casco bajo el brazo derecho. Le explica que es un extraño caso, el avión se estrelló en los últimos pasos del aterrizaje. Las turbinas se incendiaron mas no hubo explosiones, solo una humareda enorme y algunos destrozos en el casco del avión. Sin embargo, todos los pasajeros y los pilotos siguen adentro. Nadie hizo el intento por salir. Al mirar por las escotillas todos parecen estar dormidos. Van a entrar protegidos por si se tratase de alguna enfermedad.

-Entiendo…- musitó ella con aire preocupado. “¿será acaso que él lo hizo?” pensaba temerosa.
-¿Doctora?- aquella palabra la sacó de sus pensamientos.
-Sí, perdón… estaba procesando la información… ¿me decía?
-Será nuestro apoyo con este detalle… en buena hora decidió el CDC enviarnos a su nueva integrante del cuerpo de investigación- dijo el Doctor emocionado.

Sin darle tiempo de nada, le entregan un traje y le piden que se cambie de inmediato para ir hacia el avión. Así lo hace y en menos de 10 minutos, un equipo completo se encuentra al costado derecho del avión, esperando que coloquen la escalera para proseguir.
La ojiverde no sabe por qué, pero teme que dentro de ese avión hay algo más oscuro que lo que ella está buscando. •|∞
SaintGermain · 31-35, M
**Durante aquella reverencia, su mirada nunca se despego de la oven, mas pronto se reincorporo en su postura al escuchar el nombre de la joven, con amable y elegante sonrisa. -El placer es mio mademoiselle Nithilam... En serio, lamento haberla asustado así.- sostuvo aquella disculpa por su reacción anterior. -... Bueno, verá... - comienza con algunos titubeos en su hablar al querer explicar lo sucedido... -...Si, fui yo... sin embargo, solo puedo hacerlo en determinadas zonas... que estén a mi alcance...- completó el joven.

Se mantuvo en silencio, extendió su palma derecha, quería mostrarle algo, a pesar de estar cubierta por su oscuro guante, poco a poco comenzaron a verse algunos leves destellos sobre su palma, que pronto comenzaron a danzar arremolinandose sobre ella, para finalmente aparecer pequeños cristales de hielo, tan delgados que con solo tocarlos podrían quebrarse fácilmente, aquel pequeño y hermoso espectáculo, se aprecia encerrado en una esfera translúcida blanca, similar a aquellos adornos de nieve artificial que acostumbran en las temporadas invernales. -Así... ¿lo ve?- le acercó su palma con aquella esfera conteniendo aquellos cristales danzantes en su interior.**
[med]Ooc:[/med]Ehh? O.o Eso jamás. Pfff
Un día? Ahah, el día que me invites, debes recordarlo. xD
misakinaru · M
Out: XDDDDDDDDD! me imagine a ti huyendo de esa forma XDDDDD
Por que -w- ya le ando tomando el ritmo y algunos profesores esta semana han estado faltando XD
semana de vagancia -w-
Y mañana me ire de viaje *o* hermosa semana asdf

PeterParker1532373 · 31-35, M
El héroe de Nueva York estaba patrullando la ciudad como era usual en su interminable y exhaustiva rutina. Se balanceaba con extrema agilidad entre los bordes de los edificios utilizando su red arácnida para proyectarse hacia adelante, hacia arriba, hacia cualquier lado para peinar los perímetros de la gran ciudad. Su desplazamiento raya en lo imperceptible, se mueve con tal habilidad aunado sus saltos acrobáticos que difícilmente alguien pudiese seguirle el paso en cuanto a movimiento… a no ser que sea, por supuesto, ciudadanos que pierden su vista en el cielo y allí lo localizarían inmediatamente.

Una señal de emergencia le llega por radio, al parecer habían estragos en el aeropuerto internacional de Nueva York, su reacción fue instantánea y cambió de rumbo dramáticamente al estar yendo en línea recta, extiende un brazo hacia atrás y un disparo de telaraña se engancha del borde de un edificio que dejó a sus espaldas, jala con fuerza para ir en retroceso y perderse en una esquina, seguidamente corre por los bordes de un edificio para lanzarse al vacío y volver a repetir la acción hasta alcanzar una altura considerable y topar con un rascacielos que le permite una vista absoluta de la ciudad. Pudo percatarse a lo lejos que existía cierto revuelo en el área del aeropuerto, algunas ambulancias y carros de bomberos irían en esa dirección… Sintió el inminente peligro aún cuando el avión no había aterrizado pero si podía verlo, esto era una clara señal de que dentro de la máquina estaba pasando algo fuera de lo común.

No pierde más tiempo y empieza nueva carrera hacia el destino fijado previamente, es muy rápido al moverse, sería cuestión de pocos minutos en los que arribaría la zona en emergencia. Incluso un helicóptero que forma parte del equipo de noticias justo por el filo de uno de los edificios que utiliza de plataforma y lo utiliza para terminar de llegar a la pista de aterrizaje, allí observa como el avión viene inclinado sin dirección correcta a la pista, de hecho, va directo hacia el campo verde abierto que existe unos cuantos metros luego del hangar.

De no hacer algo pronto la situación acabaría en desastrosas condiciones, no obstante visualiza a sus respectivos lados unas torres de control que planea utilizar de enganche, con los disparadores de telaraña teje una enorme red, proyectando consecutivamente los increíbles y resistentes hilos arácnidos que actuarán como guante para cachar la cabeza del avión, sabe perfectamente que no va a detener el choque pero al menos lo amortiguará lo mejor posible, a todo esto el ambiente está lleno de tensión con cámaras en cielo y tierra capturando el momento en foto y video. Las personas eufóricas que gritan para dar aliento al héroe que en comparación al avión es una hormiga. Se apresura en el proceso de colocar la enorme red con ayuda de las torres de control, la misma se alza casi quince metros hacia arriba.


Oookay, ¡esto debe funcionar!

Aún cuando la situación parece agraviarse más el arácnido continua entusiasta con aquél jovial tono de voz donde transmite que se encuentra “tranquilo”. Deja la red allí y espera inminente el impacto, echando hacia atrás el nudo lo más que puede para darle fuerza a la red… Y entonces, ahí va el golpe.

Utiliza toda la fuerza sobrehumana que tiene para frenar lo más que puede el avión, está claro que sin ayuda de la red no podría haber soportado ni dos segundos de la increíble presión que somete el cuerpo mecánico del craft, aunque el hombre araña podría levantar tanques y autobuses, un avión comercial es otra liga, aún así, tensa sus piernas contra el terreno y deja un profundo surco cual sería su firma con sus pies por la fuerza con la que viene el avión, la parte inferior se raspa y se destruye eventualmente, el sonido del impacto es abrumador pero la red cumple su función y eventualmente comienza a controlar la potencia del impacto.

Acto seguido da un fortísimo salto hacia la salida de emergencia la cual abre de un tirón arrancándola de sus bisagras sin mucho problema, algunas personas, las más conscientes empiezan a salir despavoridas, otras necesitan más ayuda y es allí cuando interviene el enmascarado… Con la participación también de los cuerpos de seguridad, empiezan a evacuar el avión, por azares del destino, el héroe se echa en el hombro como si se tratase de un saco de papas a una peculiar chica que a simple vista parecía “normal”, el color de su cabello radiante, una trenza de estilo country algo desacomodada… nada extraño, salvo que su instinto arácnido le manda una sonda de advertencia, ¿por qué sería aquello?

La aleja un poco del grupo de atendidos por los médicos para comprobar si se encuentra bien, al menos, si puede oírle.


Hey, hey… heeeey, despierta.

[c=#0000E5]Diría el hombre araña viéndole fijamente, sabe perfectamente que al ella abrir los ojos y encontrarse con esa figura… pues, quizá no sea lo mejor
Usser: o.o , no no!! Hehe ahora
Que lo veo, parece sarcasmo, Hahaha perdón no era esa la intention. Por Cierto, me gusta ok que tienes en tu estado.
><!
Usser:
Sí claro!!! Uy que emocionante!
AlexandreMarkov · 31-35, M
claro, puedes darlo inicio
RobertLingdon · 31-35, M
|Dejó que llegara, no le dolería más que haberse ido. Anduvo con calma hasta estar detrás de ella, y cuando le tuvo ahí le abrazó por la espalda, hundiendo su nariz en la cabeza de la mujer, aún olía a caramelo, dulce, leche, miel... A candidez.|

Todo está bien ahora.

|Murmuró contra su cabellera, levantando el aroma al que era adicto, sonriendo sin importarle mancharse la camisa de sangre, mancharle a ella o incluso que podrían verse sus alas detrás de ambos.|