— Que consentida estas. — Se inclinó para sentarse a su lado, desde sus bolsillos laterales buscó y sacó dos pequeños paquetes naranjas de Gansito.— Espero hayas sido una niña buena. — Depositó los pastelillos sobre las piernas de la rubia y sonrió bajo el sol.— Serán dos por si no nos vemos pronto.
¿Uh? -Aún afectada por los rayos del sol le costó reconocer aquella figura, pero al forzar la mirada y saber de quién se trataba estiró sus manitas hacia él.- Me hace más mal que no me has dado mi gansito semanal. . ¡Dame, dame!
Le observa desde la altura proyectando su sombra sobre el cuerpecito del pez como si de un sueño se tratara.— Un pescadito fuera del agua, no le hará mal? ; )
