A...aby? *Entendía lo que sucedía a la pequeña y ala vez, sufría por ello, más no sé alejaría*

— Si, se han hecho trizas —mintió descaradamente, al punto de ni siquiera molestarse en fingir a través de gestos.

-Jajaja... ¿se rompieron tus sensibles ilusiones?-

— Quiero que hables con la dulzura del primer día y que me mires con ojos realmente vivos —se explicó mejor—. Entiendo, pero quiero engañarme.

-Estas hablando conmigo.-

Al parecer aquel no terminaba de entender lo que ocurría aquí, pero no se tomaría el tiempo de explicarle. Lo que los humanos entendieran o no, no era asunto suyo.

— ¿Cuándo la dejarás hablar a ella? —cuestionó tras aliviar su gesto—. Me es más gratificante hablar con una infante qué contigo... —dijo con evidente resignación—. Si te soy sincero, "odio" a los "de tu tipo".

-De nuevo dices cosas sin importancia.-

No es que no lo notara, quizás lo mas terrible en este ser era su absoluto desinterés por los pensamientos humanos.

— Ah, caminante de las estrellas, no te equivocas al afirmar eso —ladeó su rostro hacia la derecha recuperando su sonrisa— Pero existen anomalías, es natural la imperfección en planos tan sencillos como en este, en el que coincidimos, ¿acaso no has notado mi indolencia al intercambiar palabras contigo?

-Tu no decides eso... Nadie en tu mundo lo decide...-

— No quiero abrirla —respondió tajante, mostrando un poco más de seriedad.