En la mínima distancia de sus bocas, Gala sonríe sobre esos labios que amaba sentir. Alice seguía probando su punto; cada vez que hablaba, la adoraba más.
— Si sigues así, nunca podré dejar de estar enamorada de ti. ♡
— Tienes la habilidad de decir palabras bonitas de forma espontánea. Parece que no te esfuerzas en ser tan...¿Qué palabra te define mejor?
Ladea el rostro, brinando un beso lento y cortó que terminó en un pequeño roce de labios. Así encontró la única palabra que podía definir mejor lo que esa mujer era para ella.
La palidez del otro rostro pintado en colores le atraía de un modo sin igual, casi que habría olvidado el dulce a mano solo para enfocarse en Gala, y ese beso que tan a gusto pudo responder. No se separó, esa distancia tan corta era espléndida.
━ Ahora que lo pienso... Definitivamente sabes mejor que un dulce. ♡
Mientras ríe, el rubor se instaló en sus mejillas en armonía con su cabello. No podía ser suficiente un beso, si los labios de Alice también tenían aquel dulzor. Le brinda otro beso más pronunciado, sin alejarse demasiado después.
Fue espectadora el tiempo suficiente para acabar otorgando la sonrisa propia tan pronto como el dulce fue liberado. No ha mencionado nada, un simple y breve acercamiento da para un tenue beso robar, el capricho por un sabor natural y, unido a la cereza de aquella paleta.
Su lengua se deleita pronto con el delicioso sabor de la golosina roja, atrapada dentro de su boca. Permaneció varios segundos así, hasta liberar de la succión aquella pequeña bola dulce. Relame sus labios, agradecida al responderle.
