AS1578903 is using SimilarWorlds.
Join SimilarWorlds today »
˹ Aᴘᴏʟʟᴏ's Sᴏɴ | Cᴀʙɪɴ 7 | Aʀᴛɪsᴛ ﹠ ᴛʜɪᴇғ | Pᴇʀᴄʏ Jᴀᴄᴋsᴏɴ Fᴀɴᴅᴏᴍ ˼
About Me Notes
The Whiteboard is a place where people can send Gestures, Attributes, Images, Comments, and much more...
What would you like to add to AS1578903's Whiteboard?
Attribute
Gesture
Just a Comment
User1575679 thinks you are Adventurous.
 
Send Comment
Camila1576290 thinks you are Cool.
No se sintió atacada por sus palabras, es más, el joven había vocalizado lo que pasaba por su propia cabeza al momento de que el cuarto mosquito que veía intentara acercarse a ella. No lo estaba disfrutando; el sol la cegaba a pesar de las gafas de sol, sus zapatillas ya le eran incómodas, los insectos la atormentaban y la temperatura no ayudaba. Sin embargo no era eso lo que la agobiaba sino la posibilidad de que algo malo les ocurriera y no saber como actuar. Intentaba hacer desaparecer sus dudas mirando empedernidamente el mapa, pero para su desgracia no sirvió de mucho. Desde que tomaron el camino incorrecto, continuaron desviándose kilómetros del área segura.

—Eso es...confortante. —Declaró divertida ante sus fatídicas observaciones, dejando el papiro de lado por unos segundos y mirándolo algo maravillada de su aparente tranquilidad ante la situación, sospechaba que con la experiencia todo aquello resultaría más sencillo. Si bien adoraba divertirse, pero no cuando su cabeza y la de un tercero estaban en juego, así que el comentario de Abner mas que decepcionarla o lamentarse por lo que estaban viviendo, la tranquilizó un poco. Tal vez debió prestar más atención a sus alrededores que al mapa.

Entraron a una atmósfera distinta y si bien lo percibió de inmediato, no tuvo idea de que se trataba hasta que fue demasiado tarde. El área parecía resplandecer con una luz más cálida, las hojas caían bailarinas al rededor de sus pasos, el silencio apareció en el momento que los pájaros dejaron de cantar y el viento se tranquilizó.

Ophelia se detuvo para sacar de sus hombros y abrir su mochila en busca de una botella de agua, pero el sonido del cierre quedó eclipsado por el de una flecha rompiendo el aire; clavando la mochila en el árbol más cercano. Su primer instinto fue estirar la mano hacia Abner y colocarla sobre su hombro para no impedir ninguno de sus movimiento y camuflarlos, siendo invisibles para quien sea que los había emboscado.

"Ya no pueden vernos, son alrededor de 5. Pestañea dos veces así se que me entendiste." Ya que no podían hablar, porque creía que habían atravesado la zona peligrosa sin darse cuenta, eso fue lo que proyectó frente a ellos para que solo su compañero lo viera. ¿Cómo sabía que eran 5? Al generar una ilusión detectaba a quien debía engañar y si bien era más difícil, en alguno casos también su posición.
-Ser una hija de Hefesto era simplemente algo que le encantaba, construir, diseñar, armar y todo lo que tuviese que ver con ello era simplemente perfecto pero no todo podia ser así ¿Cierto? Mal momento y mal lugar para lo que acaba de acontecer y es que apenas había logrado procesar tener al rubio hijo de apolo acorralandola sin más y eso hizo que por reflejo sus poderes se activaran viéndose en su mano derecha el fuego salir sobre cada uno de sus dedos y palma siendo así los susurros habían aumentado, lo podía oír gruñó por ello pues no era fan de ser el centro de todos en esos momentos, suspiro calmandose pero el fuego permanece intacto y lo mira por largos minutos analizando sus palabras. -

¿De que hablas?
Are we out of the woods yet?



Entrar al bosque, tomar la hierba mágica, volver al campamento. ¿Suena sencillo verdad? Y lo era, si no se tenía en cuenta que los guardianes místicos de estas plantaciones pelearían con todo su ser para evitar que alguien les arrebate si quiera una hoja. La hierba en sí, tenía propiedades curativas inmensurables que eran de común uso en la enfermería del campamento. La reciente racha de heridos en misiones provocó que el suministro rozara la extinción y dado que no era un producto que se consiguiese en el supermercado, no había más opciones que enviar personas en su búsqueda.

Los seleccionados para ir en un principio fueron un hijo de Apolo y uno de los hijos mayores de Iris, quien a último momento le asignaron otra misión más urgente, dejando la plaza libre. Según su criterio, Ophelia estaba lista para aquel tipo de trabajo y sería la mejor postulante para crear una distracción en el caso que se necesite, así que la recomendó para ir en su lugar. Dando lugar entonces la primera misión de la joven.

“No hagan ruido y todo estará bien. “ Con ese gran consejo y explayada explicación, fueron despachados hacia el bosque con un mapa y una brújula. En el papiro estaba marcada la zona en la cual había que evitar emitir sonido alguno, el cual abarcaba un radio de 100 metros al rededor de la plantación de la hierba tan deseada. Así que si bien hasta que llegasen a ese punto podían hablar, Ophelia estaba demasiado nerviosa para enfocar su energía en ser sociable.

Salieron hacia su destino a paso enérgico, ya que debían regresar antes de que anocheciera y la distancia era considerable. Recordaba haber visto a Abner en el campamento, tenían amigos en común. Pero nunca había mantenido una conversación más larga que un “buenos días” o compartido algún momento de calidad. Así si bien estar a solas con un casi desconocido no la ayudaba demasiado a estar tranquila, no lo demostraba. Tenía que confiar en él después de todo, ¿no? Contaba con más experiencia que ella y después de todo, si era amigo de sus amigas no podía ser una mala persona.

Ante una bifurcación de caminos se detuvo y miró la brújula en su mano. —¿Cuál te parece que es el que está más al sur? —Preguntó, dirigiéndose a su compañero por primera vez, mientras se acercaba a él con el mapa en su mano, para que pueda comparar los datos. Ella había tomado ambos objetos cuando les fueron entregados y los había guardado en su mochila, junto al resto de las provisiones.
Are we out of the woods yet?
[image=https://giphy.com/gifs/cinemagraph-living-stills-xUA7aPhCAs5QRvMMJa]


Entrar al bosque, tomar la hierba mágica, volver al campamento. ¿Suena sencillo verdad? Y lo era, si no se tenía en cuenta que los guardianes místicos de estas plantaciones pelearían con todo su ser para evitar que alguien les arrebate si quiera una hoja. La hierba en sí, tenía propiedades curativas inmensurables que eran de común uso en la enfermería del campamento. La reciente racha de heridos en misiones provocó que el suministro rozara la extinción y dado que no era un producto que se consiguiese en el supermercado, no había más opciones que enviar personas en su búsqueda.

Los seleccionados para ir en un principio fueron un hijo de Apolo y uno de los hijos mayores de Iris, quien a último momento le asignaron otra misión más urgente, dejando la plaza libre. Según su criterio, Ophelia estaba lista para aquel tipo de trabajo y sería la mejor postulante para crear una distracción en el caso que se necesite, así que la recomendó para ir en su lugar. Dando lugar entonces la primera misión de la joven.

No hagan ruido y todo estará bien.” Con ese gran consejo y explayada explicación, fueron despachados hacia el bosque con un mapa y una brújula. En el papiro estaba marcada la zona en la cual había que evitar emitir sonido alguno, el cual abarcaba un radio de 100 metros al rededor de la plantación de la hierba tan deseada. Así que si bien hasta que llegasen a ese punto podían hablar, Ophelia estaba demasiado nerviosa para enfocar su energía en ser sociable.

Salieron hacia su destino a paso enérgico, ya que debían regresar antes de que anocheciera y la distancia era considerable. Recordaba haber visto a Abner en el campamento, tenían amigos en común. Pero nunca había mantenido una conversación más larga que un “Buenos días” o compartido algún momento de calidad. Así si bien estar a solas con un casi desconocido no la ayudaba demasiado a estar tranquila, no lo demostraba. Tenía que confiar en él después de todo, ¿no? Contaba con más experiencia que ella y después de todo, si era amigo de sus amigas no podía ser una mala persona.

Ante una bifurcación de caminos se detuvo y miró la brújula en su mano. —¿Cuál te parece que es el que está más al sur?—Preguntó, dirigiéndose a él por primera vez, mientras se acercaba a su compañero con el mapa en su mano, para que pueda comparar los datos. Ella había tomado ambos objetos cuando les fueron entregados y los había guardado en su mochila, junto al resto de las provisiones.
Ophelia1576351 thinks you are Cool.