About Me About Me Notes
About Me
[med]The Wandering Star[/med]
Nombre: ???
Alias: Archard Nova
Edad: ??? (Aparenta los tempranos 30s)
Raza: Planeswalker Humano
Afinidad de Mana:
Rojo (Geomancia, magma, meteoros) y
Blanco (Fotones, luz, energía lumínica)
Plano de Origen: Kamigawa
Plano “Hogar”: Innistrad
Armas predilectas: Lanzas, Jabalinas y Bastones
[med]“Considérame un aliado del conocimiento. Considérame un eterno soñador, mirando qué hay más allá de las estrellas. Y por supuesto, tu amigo si así lo deseas.”[/med]
Kamigawa, uno de los tantos mundos existentes en el multiverso era su plano de origen, donde llevaba una vida ordinaria con su familia, que subsistían a base de la agricultura y el trabajo manual como la carpintería. Él, sin embargo, siempre tuvo la mirada puesta sobre el qué había más allá de lo que sus ojos podían ver. El qué había más allá de las estrellas, por lo que usualmente era regañado por su madre al subir al techo de su modesto hogar o quedarse en los campos hasta altas horas de la noche admirando el cielo, el cosmos, las estrellas.
A la edad de diesciseis años ocurrió lo que para él fue una tragedia. La villa donde vivían se encontraba bajo ataque. Una extraña criatura, gigante en todo el sentido de la palabra, con aspecto que infundían terror, múltiples brazos, tentáculos, torso humanoide y sin rostro conformaba a esta aberración tan alta como un castillo y poderosa similar a los dioses, “Kamis”, de los cuales había escuchado hablar toda su vida mas este no era uno de ellos, no era una fuerza de la naturaleza, era horror conocido como un Eldrazi.
Tal criatura apareció de la nada una noche y fue una devastación total. Sus amigos, familiares y otras aldeas aledañas trataron de escapar. Pensó que estaba cerca de hacerlo junto a su familia, pero el golpe de un tentáculo abatió el suelo y le hizo tropezar, con polvo y rocas volando por doquier. Cuando se reincorporó y giró para ver si sus padres estaban bien pues le seguían el paso a pocos metros tras de él vio lo que jamás se imaginó: El cuerpo de sus seres queridos exprimidos, vueltos no más que manchas de sangre, huesos y carne mezcladas con los escombros en el cráter que semejante latigazo habría dejado sobre la tierra. Esto causó un inmenso dolor en su corazón, un gran trauma inmediato en su mente y lo único que pudo hacer fue gritar en horror. Aquel trauma despertó en él lo que sucede quizá uno en un millón, despertó “La Chispa”, un elemento con el que habría nacido mas no estaba consciente de ello, la cual liberó el potencial mágico que poseía, cosa que desconocía, así como lo hizo “ascender” a ser más allá que un simple humano, convirtiéndolo en un Planeswalker, o caminante de planos.
En medio de su horror, sólo fue un resplandor de oro el que le envolvió, con relámpagos que parecían recorrer su cuerpo por breves instantes, tras los cuales sencillamente desapareció. Al momento que esto sucedió, su presencia fue transportada a otro lugar, a otro plano, a otro mundo totalmente desconocido para él. Se encontró frentre a una catedral, en lo que parecía ser una villa de arquitectura totalmente distinta a la que acostumbraba. Habría llegado al plano de Innistrad. Entró en un ataque de pánico, de ansiedad, pues muchas cosas habían sucedido a la vez: Vio a sus padres morir como insectos, y ahora se encontraba en un lugar totalmente desconocido, lo que le llevó a continuar en grito y llanto desmesurado, lo cual captó la atención de la entidad guardiana de la catedral y del plano donde se encontraba, pues del cielo descendió una magestuosa figura femenina, tan imponente que le hizo entrar en silencio. Estaba aterrado. Se trataba del Ángel Avacyn, cuya tarea era proteger Innistrad por su creador, otro Planeswalker llamado Sorin Markov.
Esta le tomó bajo su tutela, cuidó de él y le enseñó acerca de la cultura, las ciencias, lo místico, el uso de la magia y acerca de su peculiar habilidad, lo que era ser un Planeswalker. Con ella descubrió que poseía la capacidad de canalizar maná blanco en forma de luz y controlarla así como fotones y energía lumínica, como la capacidad de transformarse a si mismo en luz. Canalizando maná rojo y la fuerza de las montañas era capaz de controlar la tierra, el magma y, curiosamente con su fascinación por las estrellas, hacer llover incluso meteoros.
Con el paso del tiempo se adaptó a la sociedad de Innistrad, adoptando el nombre impuesto a él por el Ángel en busca de dejar su pasado atrás, “Archard Nova”, su apellido dado por la fascinación que traía con las estrellas. Siempre se encontraba estudiando algo nuevo. Llegando a sus 30 tantos años, comenzó a notar algo bastante extraño, pues había dejado de envejecer.
Habiendo aprendido todo lo que pudo acerca de Innistrad y el conocimiento que allí podia adquirir, inclusive el de su maestra el Ángel Avacyn, decidió poner en práctica su habilidad para caminar entre mundos y dejando una nota de agradecimiento, se desvaneció. Desde entonces ha estado viajando a través de multiverso, conociendo múltiples realidades, razas, culturas, las artes místicas y deidades de cada plano, aprendiendo de los más grandes hechiceros o maestros de armas, con lo que tomó afinidad por las lanzas y todo tipo de armas largas, así como del más humilde campecino y sus sencillas artes culinarias por cientos de años, pero había un plano al cual se rehusaba a regresar y hasta el sol de hoy no lo ha vuelto a hacer. Tal parece que ha dejado a Kamigawa atrás, no obstante en algún momento de su vida sabía que se toparía con aquella criatura de pesadilla, y estaría listo para entonces.
[med]En construcción...[/med]
Nombre: ???
Alias: Archard Nova
Edad: ??? (Aparenta los tempranos 30s)
Raza: Planeswalker Humano
Afinidad de Mana:
Rojo (Geomancia, magma, meteoros) y
Blanco (Fotones, luz, energía lumínica)
Plano de Origen: Kamigawa
Plano “Hogar”: Innistrad
Armas predilectas: Lanzas, Jabalinas y Bastones
[med]“Considérame un aliado del conocimiento. Considérame un eterno soñador, mirando qué hay más allá de las estrellas. Y por supuesto, tu amigo si así lo deseas.”[/med]
Kamigawa, uno de los tantos mundos existentes en el multiverso era su plano de origen, donde llevaba una vida ordinaria con su familia, que subsistían a base de la agricultura y el trabajo manual como la carpintería. Él, sin embargo, siempre tuvo la mirada puesta sobre el qué había más allá de lo que sus ojos podían ver. El qué había más allá de las estrellas, por lo que usualmente era regañado por su madre al subir al techo de su modesto hogar o quedarse en los campos hasta altas horas de la noche admirando el cielo, el cosmos, las estrellas.
A la edad de diesciseis años ocurrió lo que para él fue una tragedia. La villa donde vivían se encontraba bajo ataque. Una extraña criatura, gigante en todo el sentido de la palabra, con aspecto que infundían terror, múltiples brazos, tentáculos, torso humanoide y sin rostro conformaba a esta aberración tan alta como un castillo y poderosa similar a los dioses, “Kamis”, de los cuales había escuchado hablar toda su vida mas este no era uno de ellos, no era una fuerza de la naturaleza, era horror conocido como un Eldrazi.
Tal criatura apareció de la nada una noche y fue una devastación total. Sus amigos, familiares y otras aldeas aledañas trataron de escapar. Pensó que estaba cerca de hacerlo junto a su familia, pero el golpe de un tentáculo abatió el suelo y le hizo tropezar, con polvo y rocas volando por doquier. Cuando se reincorporó y giró para ver si sus padres estaban bien pues le seguían el paso a pocos metros tras de él vio lo que jamás se imaginó: El cuerpo de sus seres queridos exprimidos, vueltos no más que manchas de sangre, huesos y carne mezcladas con los escombros en el cráter que semejante latigazo habría dejado sobre la tierra. Esto causó un inmenso dolor en su corazón, un gran trauma inmediato en su mente y lo único que pudo hacer fue gritar en horror. Aquel trauma despertó en él lo que sucede quizá uno en un millón, despertó “La Chispa”, un elemento con el que habría nacido mas no estaba consciente de ello, la cual liberó el potencial mágico que poseía, cosa que desconocía, así como lo hizo “ascender” a ser más allá que un simple humano, convirtiéndolo en un Planeswalker, o caminante de planos.
En medio de su horror, sólo fue un resplandor de oro el que le envolvió, con relámpagos que parecían recorrer su cuerpo por breves instantes, tras los cuales sencillamente desapareció. Al momento que esto sucedió, su presencia fue transportada a otro lugar, a otro plano, a otro mundo totalmente desconocido para él. Se encontró frentre a una catedral, en lo que parecía ser una villa de arquitectura totalmente distinta a la que acostumbraba. Habría llegado al plano de Innistrad. Entró en un ataque de pánico, de ansiedad, pues muchas cosas habían sucedido a la vez: Vio a sus padres morir como insectos, y ahora se encontraba en un lugar totalmente desconocido, lo que le llevó a continuar en grito y llanto desmesurado, lo cual captó la atención de la entidad guardiana de la catedral y del plano donde se encontraba, pues del cielo descendió una magestuosa figura femenina, tan imponente que le hizo entrar en silencio. Estaba aterrado. Se trataba del Ángel Avacyn, cuya tarea era proteger Innistrad por su creador, otro Planeswalker llamado Sorin Markov.
Esta le tomó bajo su tutela, cuidó de él y le enseñó acerca de la cultura, las ciencias, lo místico, el uso de la magia y acerca de su peculiar habilidad, lo que era ser un Planeswalker. Con ella descubrió que poseía la capacidad de canalizar maná blanco en forma de luz y controlarla así como fotones y energía lumínica, como la capacidad de transformarse a si mismo en luz. Canalizando maná rojo y la fuerza de las montañas era capaz de controlar la tierra, el magma y, curiosamente con su fascinación por las estrellas, hacer llover incluso meteoros.
Con el paso del tiempo se adaptó a la sociedad de Innistrad, adoptando el nombre impuesto a él por el Ángel en busca de dejar su pasado atrás, “Archard Nova”, su apellido dado por la fascinación que traía con las estrellas. Siempre se encontraba estudiando algo nuevo. Llegando a sus 30 tantos años, comenzó a notar algo bastante extraño, pues había dejado de envejecer.
Habiendo aprendido todo lo que pudo acerca de Innistrad y el conocimiento que allí podia adquirir, inclusive el de su maestra el Ángel Avacyn, decidió poner en práctica su habilidad para caminar entre mundos y dejando una nota de agradecimiento, se desvaneció. Desde entonces ha estado viajando a través de multiverso, conociendo múltiples realidades, razas, culturas, las artes místicas y deidades de cada plano, aprendiendo de los más grandes hechiceros o maestros de armas, con lo que tomó afinidad por las lanzas y todo tipo de armas largas, así como del más humilde campecino y sus sencillas artes culinarias por cientos de años, pero había un plano al cual se rehusaba a regresar y hasta el sol de hoy no lo ha vuelto a hacer. Tal parece que ha dejado a Kamigawa atrás, no obstante en algún momento de su vida sabía que se toparía con aquella criatura de pesadilla, y estaría listo para entonces.
[med]En construcción...[/med]