¿Acaso me veo como un debilucho? Dale, ya te diré si habrá dolido o no. ~
Acaso no te he explicado ya el porque? Pensé que había dejado claro el porque actúe de esa manera.

Jmjmjm. Pero si lo hago te va a doler mucho, ¿no importa? ~
A veces, a veces. No lo fue cuando me dejaste. (??)

Eso despierta aún más mi interés, vamos, hazlo entonces. ~ Tenía mis lados bueno, debo aceptar que eso no ha cambiado en lo absoluto.

No, no. Pero te puedo derribar con mucha facilidad. ~
Sí, eso me gustaba de ti.

¿Sacarás un conejo del sombrero? Me doy cuenta de ello, bien en ese caso muéstramelos, será interesante ver lo que has aprendido. Mi ególatria no cambiaría tan fácil, es mi distintivo, lo sabes bien.

He aprendido un par de trucos en estos años que hemos vivido lejos. Te puedo enseñar alguno... ¡Jajajá! Bueno, en eso sigues siendo idéntico.

¿Tú? Deja que me ría un poco, jamás he escuchado palabras tan raras provenir de tu boca, ser un bastardo de mí lo creo, de ti lo dudo con creces. Por supuesto que lo es, atesoralo que no los digo muy seguido.

Ah, somos un par de bastardos entonces. Sí, hemos cambiado. Vaya, vaya, ¿es eso un cumplido?

¿Debería tratarte con más delicadeza? Años han pasado, hemos cambiado, ahora solo soy un bastardo pretencioso. (?) Curioso, aunque acepto que te queda mejor que el blanco.

¿Tonta? Te recuerdo más caballeroso. (?) Hace poco, el blanco no me iba bien ya. ~