Ya suponía toda esa información de lo que las emociones de Evangeline transmitían constantemente. De cualquier forma, si algo positivo había que sacar de su madre era que se lo asegurara.

—Eso lo sé, él no necesita de mí. —Incluso si sus propias palabras lo cortaban como una lenta daga oxidada, le mostraba a su madre otra sonrisa calma y fría—. Pero me estoy preparando por si alguna vez lo vuelve a hacer. Tout ce que je fais, je le fais pour lui. Toujours.

Ya que lo había soltado, pudo marcharse.

... por favor... regresa al menos una vez... -susurra al decir aquello, mordiendose el labio inferior y soltando su mano- Lo siento... y tu padre... bueno... ya no está... asi que Adra está seguro... lo estoy cuidando... derek tambien... lo prometo...

No despreció su agarre nuevamente porque después de todo ese era su madre; un ser que ahora aborrecía, pero que alguna vez fue el objeto de su más ferviente admiración. Cosas de niños.

—Oh... Visitaré cuando haya terminado con lo que vine a hacer. —Respondió puntual, y luego insistió—: Me marcho, mère.

Armand! -lo sigue, deteniendole de inmediato y aferrandose a su mano- Es...pera... cuando vas a regresar a casa? -pregunta mirandole directamente-

Trajo algo de paz a su tormentoso interior el escuchar dónde se encontraba él; de todos los lugares horribles y deplorables del mundo en los que pudiera encontrarse, su casa era la más aceptable.

No preguntó por su otro único interés: Evangeline, pues a diferencia de Adrael, a ella la sentía siempre. Incluso si él mismo ponía barreras mentales para que ella no alcanzara sus pensamientos, había un lazo empático que no se cortaba con nada.

Retomó sus pasos y se marchó, despidiéndose con un elegante gesto de mano. —Salut!

Adra está en casa, donde siempre -responde el 9mega con su voz notanlemente suave y maternal- Estoy seguro de que adoraría verte de nuevo

—Bien sûr, mère. —Se soltó del agarre, llevando una de sus manos a sus labios para lamer la sangre que restaba en ella, mientras pasaba de largo. Sin embargo, se detuvo a los pocos pasos.

—¿Dónde está Adrael?

Los viajeros necesitan regresar a la costa a recargar de vez en cuando, Armand -comenta tomandole de las manos y viendolo directamente al rostro- Te extrañé...

Al escuchar el nombre, sus labios se apretaron por algo que no llegó a un segundo, haciendo flaquear un poco la sonrisa, pero no se percibió.

—¿No soy yo el viajero de la familia? He estado por ahí, mère~ Juste autour, comme d'habitude.

Donde... habias estado hasta ahora? Desapareciste... Adra te necesitó muchisimo...