-Y sabes que eso me encanta, soy un lobo celoso como puedes comprender

Comenta a modo de broma, siguiendo a su jefe por toda aquella mansion, admirando que nada habia cambiado desde la ultima vez que habia estado ahi, sonriendo para si mismo ya que aquel sitio era como una segunda casa para el lobo

- Oh?

Cuando lo lleva a su propia habitacion se sorprende, pero al ver aquel set de cuerdas y mordazas se emociona, sonriendo ampliamente y acercandose para tomar una de las cuerdas en su mano para probar la tension de esta

- Je l'adore ~

—¿Por qué no habría de consentirte, mon vilain? Eres de los pocos a quien dedico alguna atención.

Lo guió por su mansión, por el camino que él ya conocía hasta la habitación que le pertenecía al mismo lobo; una enorme, donde podía estar a gusto cuando no quisiera o no se le permitiera estar en la de su dueño.

Al abrir la puerta, sobre la cama había una serie de sogas rojas carmín, una junto a la otra, que representaban correas, ataduras y mordazas. Le dedicó una gran sonrisa.

—¿No se verán muy bonitas en tu piel?

-Claro que no, soy la mayor diversión que hay alrededor.

Pone las manos en los hombros del contrario, sonriendo de manera coqueta, siempre habia actuado de aquella forma con su jefe

- Algo para mi? Me mima demasiado señor~ pero digame, qué es?

Abrazó su cintura con la misma sonrisa encantada y siguió acariciando su mentón con su mano libre.

—La cacería no es tan divertida cuando no estás, petit vilain.

Cuánto había extrañado verlo en acción; mirarlo tomar su forma animal y despedazar la carne mientras él aplaudía, era un espectáculo que pocos podían presumir conocer.

—Eso me recuerda, tengo algo para ti.

Cierra los ojos en cuanto le acaricia la cabeza, sonriendo tranquilamente dejandose mirar por su jefe

- Fue un buen viaje, no es demasiado largo, lo que se aprecia. Me extrañó?

Pregunta de forma sugerente, guiñandole un ojo y llevandose la mano a su cintura.

—Oh ~ Mon petit chien !

Apenas lo vio, acarició su cabeza con cariño, sus dedos moviéndose con suavidad para entregarle sólo caricias de saludo, sin despeinarlo demasiado y pasando incluso hasta su mentón.

—Realmente me has hecho falta. Me gusta la soledad en casa, pero hacía falta tu presencia~ ¿Has tenido un buen viaje?

Hey Boss -llega finalmente de su viaje, tuvo que buscarlo un poco pero ya estaba presente frente a el-