-Belial tambien habia comido con velocidad, practocamente con las manos, tranquilamente y sonriendo a su hijo antes de besar su frente- Ahora ve a lavarte el rostro y vamos a descansar un rato.

Terminó su plato dejándolo limpio. Con todo el entrenamiento y el desgaste de energía, un buen plato era bien recibido.

— Estaba delicioso. Gracias por la comida.

Vamos bebe -adoraba su apetito, en verdad amaba ver a sus pequeños comer. Los amaba inmensamente a ambos- Buen apetito.

Se le hizo agua la boca al sentir el aroma de la comida.

— Entonces comamos!

Una vez los platos fueron puestos en la mesa, empezó a comer con gusto. Al fin pudo saciar su hambre además que la carne estaba deliciosa y justo en el termino que le gustaba.

Me parece bien -responde sonriendo, la comida finalmente llegando, al final habian hecho carne para los dos- Ya esta la comida bebe, no te preocupes.

— Dejémoslo en un empate de acuerdo?

- Le sonrió con un gesto de dulzura que solo mostraba con sus seres amados aunque un pequeño gruñido de su estómago lo hizo sonrojar de la pena.

— Ya estará la comida? Muero de hambre

Imposible, yo mucho mas! -responde sonriendo antes de dejarlo sentado en la silla de nuevo-

A pesar de todo... Sabiendo que su madre era un demonio poderoso, seguía sorprendiendole que pudiera cargarlo de esa manera.

— Pero yo te amo mucho más!

Ah pequeño, que cosas dices -lo alza del suelo, no importandole que fuera mas grande que el- Te amo.

— Yo también te amo mucho, mucho... mucho... Después de papá yo soy el que te quiere más.

También lo abrazo con mucho cariño. Amaba a sus padres y también al travieso de su hermano.