-Dicha respuesta ocasionó una cadena de pestañeos por parte del ojos esmeralda... ¿Tantas armas anda trayendo? Pero sí sólo depende de su katana... Que recuerde, las pistolas las tiene bajo llave, pero la katana no. (?)

Eso dio a pie, para contestar de nuevo, en signos, con un poco más de prisa, como si discutiese.-

"¿Cuándo me has visto con pistolas?"

-Ante el pequeño golpe, la tomó de sus hombros y la zarandeó con algo de fuerza, siguiendo su jugueteo... aunque probablemente el mareo cause otra cosa de mayor asco.- (?)

Arqueo una ceja con el "comentario", en serio un tipo como él se atrevía a preguntar eso, quedo solo suspirar y sonreír.

«Eres el único tipo con armas que conozco.» dijo en lenguaje e señas. Dio un puñetazo al brazo del mayor, como un juego más que un comunicado, reafirmando que sus palabras serían sólo una broma.

-De algún modo, es increíble escucharla. La fluidez que le otorgó perder la audición era excepcional, al punto en que estuvo muy a punto de aplaudir. Quizá, sea su aguda intuición de explorar aún más del pasado de la azabache.

Retornó a escribir, incluso siendo algo estridente con el plumón ante la superficie blanca. De este modo, expresó su preocupación e interés de saber aún más, y si ello tuvo que ver con la permanente condición que ella padece.-

"¿Ningún tipo con pistolas?"

Tras leer la pizarra, miró al mayor sin tanta expresión, era más extraño que el preguntara a que ella respondiera. Rasco un poco su mejilla virando la mirada al cielo mientras contestaba.

—Si, claro, jugando.— Apenas termino su frase volvió a verlo, hablar era una habilidad que mantuvo luego de perder el oído, pero tenía que verlo para no perder el hilo de aquella "conversación".

-Así, casi como de un efecto inmediato, escribió en una pequeña pizarra que encontró por allí. Y como si fuese una preocupación paternal, se atrevió a preguntar.-

"¿Dónde escuchabas disparos? ¿Con los niños que jugabas?"