–Primero hizo una carita de sorpresa por la molestia y el tono alto que utilizó pero fue cambiando por una sonrisa bañada de ternura al escuchar como le pedía un gorrito para usar.
Su ilusión tenía la fuerza de mil soles en ese momento y no cambió ni cuando le entregó lo pedido.–
Ten Segundo...

¡¿Gru?! ¿Que te sucede tonta?
Te ordeno que me des un gorro te demostraré que me veo mejor que ese narizón y que tú.

Empuño la mano hacia el frente, su mente se nublaba cuando competía con ella que no cayó en cuenta de nada más.

Y tú eres tan adorable como Gru, JAJAJAJA. Deberías usar un gorro parecido al de Anya a ver si así logras ser menos malvado Segundo...
–Subió sus brazos hasta que sus manos acariciaron el gorro que cubría su rosada cabellera.–

Eres el menor de los Minions el que lleva un oso es ridículo como tú.

Y adorable también, giro su rostro para no verse apenado.