[code]Alouqua bufó, abriendo más la boca para enseñar por completo sus afilados colmillos como advertencia de hostilidad y estuvo a segundos de emprender carrera para treparse a la estructura más alta cuando Soujiro se le atravesó. —Hazte a un lado, Izanagi —ordenó, mirando por encima del hombro masculino para poder seguir teniendo en su campo de visión a la horrible serafín. Le tenía consideración a Soujiro por ser uno de sus contratos, pero no permitiría que le robará esa matanza tan fácilmente. Menos cuando la intrusa había tocado algo que no le pertenecía.[/code]
-Una ligera risa emergio desde sus labios al escuchar eso ultimo, por mas gracioso que fuese ver a Alouqua siendo sacada de sus cabales, suponia que ahora si podia intervenir.- Oh, otro seguidor de reglas de mierda. -Fue su respuesta ante la 'advertencia" por parte de la criatura, no era la primera ni ultima vez que algun ser con porte de autoridad se tomaba la molestia de darle advertencias...que terminaban siendo castrantes-
Tendras que disculparme, pero estoy donde tengo que estar -Asi, dio varios pasos, su idea fue ponerse delante de la demonio, basicamente interponiendose antes de cualquier otra clase de reaccion. Extendio la diestra en linea recta, dejando en claro que no se iba a mover de donde estaba- No te confundas, quien quiera que seas. Soy el unico aqui que va a encargarse de esta chupasangre. Hazme un favor, y se tu quien se esfume.
-No es que estuviese protegiéndola, en lo absoluto, tenia bastantes razones para tambien ensuciarse las manos, pero no de esta forma.-
-Rio con malicia. Xian se había vuelto demasiado soberbia tras recuperar su miasma y más aún, tras el arduo entrenamiento al que fue sometida. Solo tenía un objetivo en mente y era capturar a la sucubo para encarcelarla y hacerla su surviente. Por esta razón, ante la iracunda expresión de la sucubo, Xian no pudo reprimir tanto una expresión de disgusto, como satisfacción.
—Cállate, bestia! —agitó las alas, elevándose del poste, alzándose unos 6 metros del suelo en total, ignorando por completo a su acompañante.
—Ya deberías saber cuál es tu lugar, criatura inmunda. Los demonios de tu clase no deberían estar entre humanos. —Fue entonces que se dignó a mirar al humano con desaprobación.
—Es antinatural... A menos que desees morir a manos de una bestia incontrolable y sedienta de sangre. Hazte un favor y aléjate.—
[code] —Acaba de matar a mi juguete... —murmuró hacia Soujiro, desviando su vista hacia el cuerpo inerte y lleno de plumas. Alouqua no se movió ni un centímetro cuando la contraria atacó porque era muy difícil que las plumas de un híbrido la dañaran de alguna manera, pero no calculó el hecho de que su objetivo era el objeto de diversión de la fémina. Y si algo en Alouqua se debía temer, eso era el hecho de que no tomaba bien el que le quitaran el último aliento de una presa.
—¡Acabas de matar a mi juguete! —le gritó amenazante con el ceño fruncido y los colmillos visibles— Baja de ahí, maldito híbrido cobarde, tu sangre sabe a mierda pero podría hacerme un bonito sombrero con esas alas.[/code]
-Se mostró renuente a intervenir, ni siquiera reaccionó al falso ataque hacia la succubus, no tenía demasiadas intenciones de intervenir hasta que finalmente encontrara un espacio-
¿Amiga tuya? -Comenta con sus brazos cruzados, no se alejaría aún de su posición pero estaba atento a cualquier reacción de parte desconocida -
—No son necesarios los modales con las bestias que solo juegan con su comida . —
Sonrió de lado, fascinada por la facilidad con la que lograba contrariar a la demonio. Se cruzó de brazos y dejó salir las alas, imponentes y brillantes plumas negras. De estas salieron disparadas cientos de agujas en aparente dirección a la sucubo, pero golpearon al pobre desdichado que había estado torturando.
[code]No fue capaz de responder las preguntas de Izanagi debido a la interrupción de un ser indeseable que, además, apestaba terriblemente.
—Ah. Tú —fue lo único que se dignó a contestar mientras veía a la figura de soslayo y sonreía de lado. A buena hora había decidido hacer su aparición... Alouqua ya estaba cansada de tener que soportar la presencia de ese ser horrible siguiéndola desde las sombras—. Esto es una conversación privada, híbrido. ¿Dónde están tus modales? [/code]
Observaba a aquel par sobre la punta alta de un farol. Vestía un traje completamente y su cabello plateado, ondeaba grácil al son del viento nocturno. Mantenía sus niveles de energía ocultos a aquel par, sin el afán de mostrar mayor hostilidad que la de sus palabras.
—Un demonio y un... ¿Qué eres? ¿Humano? Tienes una energía peculiar para ser un simple mortal.—
-Eso lo hizo alzar una de las cejas, sus brazos cruzados mientras hacia recargado en la pared d ella habitación. Había algo en esas palabras que le generaba curiosidad-
