como tal entre los brazos del vastaya. No dijo más, las palabras sobraban y era lo que menos desea escuchar. ¿Cómo interrumpir un momento tan íntimo con palabrería sin sentido? Ella sabía el camino que tomaría, y acompañarlo hasta el final era su misión. Sus brazos estrecharon su torso y se afianzó contra él con mayor cercanía, emitiendo un suspiro tan profundo que bien pudo denotarse el movimiento breve de subir y bajar donde los hombros.

La melancolía de algo que todavía no sucede ya parece haber golpeado su corazón por el sólo hecho de imaginarlo marcharse; sabe que tiene un deber, y aún cuando sus palabras sean de aliento para calmar las ansias de la vulpina, aquello no parece cesar esa necesidad de aferrarse a él. Ambas manos soltaron la opuesta del mestizo y pronto se alzaron a la altura de sus costados, uno a uno fueron abrazados por las manos delicadas de Ahri hasta formar un nudo con los dedos a la altura de la espalda media/baja del albino. Ahí mismo, su rostro pudo descansar con mayor comodidad sobre los pectorales de su compañero, cerrando sus ojos a medida que apega una de sus orejas contra el pecho contrario. Pudo escuchar el sonido de su enardecido corazón valiente y determinado, algo que la hizo sonreír tenue y ladina, y una vez sus ojos estaban completamente cerrados pudo darse cuenta de la calidez que estár entre sus brazos le brinda. No, no era la primera vez que sucede, pero siempre se siente

propósito para el, tendria que pensar y meditar con mayor cautela que haria y como lo haría pues, al final tenia que evitar que su compulsividad actuase por si misma.━━ No te preocupes mucho por esas cosas ¿Quieres? Aun no es momento para eso. ━━Añadio conforme sus brazos buscaban con desespero el aferrarse un poco mas en la contraria incluso escondiendo sutilmente su rostro en su rosada cabellera.

Aquellas palabras si bien no fueron con ninguna clara intención de herir al vastaya, sus adentros pudieron sentirlo cómo un par de puñaladas directas a su pecho, pues, aun y cuando tenia en mente su objetivo la mayoria del tiempo, este lo habia olvidado por los diversos momentos que habia pasado y aún en sus adentros anhelando pasar otros muchos con ella de su lado. "¿Por que el mundo espiritual es tan complicado?" Fue la pregunta que se hizo su mente una vez supo de aquellos objetivos que Ahri poseia, quizás por obligación o porque era una situación divina que no comprendia ni buscaria comprender si fuera franco.━━ Ya veremos ... No tiene proposito pensar en eso ahora. ━━ Y no es que quisiera olvidar cuanto anhela golpear al viejo en la cara durante horas, pero en ese momento, su escala de prioridad habia sido alterada en aquel momento al igual que sus intereses, por lo cuál hablar en ese preciso instante sobre destinos, ppanes pre escritos y cualquier variable no tendria un propósit

no dudaré en acompañarte hacia donde esta vida me lo permita. —un sentimiento de melancolía se siembra en su pecho tan pronto salta la idea de dejarlo ir finalmente. Sabe que no podía detenerlo. No estaba en sus planes parar sus pasos sólo por ella. La sola idea de saber que posiblemente no la recuerde al final del tramo, tal y como sucede con la mayoría de las almas que retoman su camino, logran que las emociones golpeen su mente y espíritu, pero tiene que ser fuerte. —Te acompañaré hasta el final del tramo.

El irascible corazón del mestizo, quien de temperamento fuerte ya era conocido en el mundo de los espíritus a causa de su fuerza y sus puños determinados, la vulpina por fin pudo sentir que todo eso estaba de lado cuando las palabras del vastaya llegan a ella como un chapuzón en agua fría. La sonrisa entre sus labios se perpetua al saber sobre la necesidad que Sett tiene ahora gracias a ella, pero en parte, se siente culpable a sabiendas del camino que aún debe recorrer, y que quizá ella no pueda seguir eventualmente. —... ¿Sabes? Mi trabajo es guiar a los espíritus una vez llegan a este mundo; el hacerlos sentir bienvenidos es sólo una cortesía. Pero si estos se desvían del camino que yo misma estoy recorriendo con ellos, entonces yo no voy a intervenir —su rostro se hunde un poco en la piel desnuda del albino, buscando una especie de refugio, pero a su vez, sus labios depositaron un tenue beso sobre su piel —, y tu camino ya está trazado. Yo sólo soy parte de tu recorrido, [...]

Pregunto de forma genuina ante la calma que aquel momento le transmitia pues, aun y cuando no era habituado por el depender de la cercania en otras personas mas alla del unico lazo familiar que aun tenia, ella habia conseguido hacerse un espacio y ahora este mismo lo atesoraba tanto cómo su vida misma.

Podia sentir su pecho relajarse cuando cada palabra que solto no fue bateada o pasada de largo, realmente estaba agradecido porque finalmente fuese escuchado provocando una extraña sensación fria recorrer el centro de su pecho, sensación que si bien al principio le pudo causar un gtado de incomodidad, esta fue opacada de golpe cuando sin previo aviso sintio el suave tacto de la frente adversa contra su pecho... ¿Acaso eso que sentia era calma? Quizás lo era, la ultima vez que lo experimento fue precisamente la ultima vez que sintio a la vastaya tan cercas suyo. ━━ Quiero protegerte tanto como pueda, por eso sigo aqui, por ti. ━━ Murmuro de forma perceptible para que nada mas que ella pudiese escuchar su voz. Mientras mantenia la cercania, sus brazos recorrieron su espalda para asi poder apegarse a ella solo un poco mas, ansiaba poder volver a percibir su aroma y su calidez a tan corta distancia de nueva cuenta, una vez mas. ━━ ¿Cómo es que te volviste tan necesaria para mi? ━━ Pregunt

escuchar el sonido de su voz. —¿Protegerme, dices? —pregunta conmovida. Sabe que no necesita ser salvada, pues su trabajo como guia espiritual es el ser la guarda de las almas que recién llegan al Mundo Espiritual, pero no intentar intervenir si estas se llegasen a desviar de su camino.

Pronto se ven ambas manos sujetar la del vastaya, pues una logra posarse sobre el dorso de la de su compañero, aunque sin mucha firmeza. La delicadeza del tacto de sus manos contra las ásperas del peleador fue justamente lo que terminó por ablandar ese semblante frío que había mantenido quién sabe cuánto tiempo. Sin embargo, ella supo que era momento de dejar que su orgullo respire y deje de presionar su pecho cuando él estaba cerca. Sus labios se abren en señal de emitir algo, más de estos no sale absolutamente nada, solamente un ligero suspiro que termina con ella acortando el espacio que había existido todavía entre ambos, terminando por apoyar su frente contra el pecho del mestizo. En silencio.

El Espíritu de la Salvación, o mejor dicho Ahri, se mantuvo estóica por un instante. Quizá sus palabras dejan entrever poco a poco la honestidad de las mismas, reconociendo que, en efecto, el mestizo era pésimo expresándose; le consta y bastante. Sonríe para sus adentros, más no deja que este gesto pueda ser visto de momento ante sus ojos, tomándolo como quien muestra debilidad, con un suspiro profundo que se resiente hasta en el interior de su pecho, pero que pronto se ve interrumpido por el tacto de su mano con la piel de la propia. Ahí mismo, la vulpina alza su mirada hacia él, quien antes tensa por su cercanía, ahora parece más relajada en vista de la sincera disculpa. Dejarlo hablar, expresarse, de sacar todo aquello que tuvo para sí quién sabe cuánto tiempo fue un alivio, quizá no lo esperaba. Al menos no de él. Su rostro ahora refleja cierto desconcierto a medida que las pausas se generan entre palabras, más no se perpetuan al instante de volver a [...]